Los Emiratos Árabes Unidos decretaron siete días de duelo
nacional y cientos de personas, incluido el gobernador de Dubai y
vicepresidente del país, jeque Mohammed bin Rashed Al-Maktoum, se congregaron
estos días en la mezquita jeque Zayed para los funerales del emir Saqr bin
Mohammed al-Qassimi, fallecido el 27 de octubre, a la edad de 92 años. Se
encontraba internado en un hospital desde hace tiempo, y los habitantes de su
pequeño emirato esperaban con angustia y tristeza el descenlace.
El emir era hijo del jeque Mohammed bin Salim Al Qasimi y
nació el 8 de abril de 1918 en la ciudad de Ras al-Khaimah, construida
alrededor de un estuario donde vive un tercio de la población del emirato. El
Imperio Británico destronó a su padre y favoreció la ascensión al trono del
hermano menor de Mohammed, el jeque Sultan, que fue reconocido como emir en
1921. Educado en su tierra, en las costumbres beduinas del desierto, el emir
Saqr ascensió finalmente al trono el 12 de febrero de 1948, siendo el sexto
jefe de la dinastía Qasimi, que ha dominado la región desde el siglo XVIII.
Era, a la hora de su muerte, el soberano más anciano del mundo, y el trono es
ocupado ahora por su hijo, el jeque Saud bin Saqr, nuevo emir de la dinastía
Qasimi. Mohammad al Qasimi había tomado el control del emirato más al norte de
la región en un sangriento golpe de estado, mucho tiempo antes de que los
Emiratos Árabes Unidos se convirtieran en un país.
Dos días después de conocerse la noticia de la muerte del
emir, y en medio de las muestras del dolor de sus súbditos, el Consejo Supremo
Federal de los EUA reconoció oficialmente a Saud bin Saqr como nuevo gobernante
hereditario de Ras Khaimah, y expresó su pleno apoyo al flamante emir. El mecanismo
sucesorio, sin embargo, no estuvo excento de disputas, pues desató, apenas
conocerse la muerte del emir, una pugna de poder entre sus dos hijos, el
heredero Khalid y el menor, Saud. Finalmente, el príncipe heredero publicó en
internet un mensaje al pueblo en el que se autoproclamaba soberano del emirato.
Las relaciones entre el emir Saqr y su hijo mayor, Khalid, llegaron a ser
realmente tensas hasta que finalmente, en 2003, el viejo y cansado emir le
destituyó como heredero del trono, pese a que desde hacía algunos años llevaba
él mismo las riendas del poder. Khalid se destacaba por sus aires modernistas,
especialmente influenciado por su esposa, sheika Fawqai, presidenta de
innumerables organizaciones femeninas. En un golpe pacífico, Khalid fue obligado
a renunciar como Príncipe Heredero en favor de su hermano menor, un
tradicionalista graduado en la Universidad de Michigan.
El presidente de los EUA, el emir Khalifah bin Zayed
Al-Nahayan, emir de Abu Dhabi, dedicó elogiosas palabras al jeque Saud, destacando
que ha heredado "mucho de la sabiduría de su padre" y que esto
"lo califica para tomar parte, con mérito, en el liderazgo de la
federación". Con estudios cursados en los Estados Unidos, el jeque Saud
condujo desde que se convirtió en príncipe heredero importantes industras de
cemento, cerámicas y farmacéuticas en Ras Khaimah.
El pequeño territorio que ahora le toca gobernar no posee
reservas petroleras, pero tiene costas en el Estrecho de Ormuz, vía marítima
por donde circula cerca del % 40 del crudo que se comercializa en el mundo, por
lo que el emirato ocupa una posición estaratégica, tanto en Medio Oriente como
en el resto del mundo. Está mucho menos desarrollado que la cosmopolita y
rutilante Abu Dhabi, pero ha buscado aumentar las inversiones extranjeras
ultimamente al inaugurar una línea aérea y desarrollar industrias básicas, como
la producción de cerámica, además de iniciar diálogos con empresas
constructoras mundiales.
Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, el emirato
captó la atención internacional al ser el lugar donde nació Marwan al-Shehhi,
quien dirigió el vuelo de United 175 hacia la torre sur de las Torres Gemelas,
en Manhattan. Ras Khaimah es uno de los siete emiratos -junto con Abu Dhabi,
Dubai, Sharjahg, Ajman, Fujairah y Umm al-Qaiwain, que componen el estado de
los Emiratos Árabes Unidos. Tradicionalmente, el presidente de esta nación es
el emir de Abu Dhabi, mientras que como vicepresidente se desempeña el
riquísimo emir de Dubai.
DARÍO SILVA D'ANDREA