8 de junio de 2011

Bhumibol Adulyadej, el rey sagrado de Tailandia, cumple 65 años en el trono

» Gran Señor de Siam: el rey Bhumibol es reverenciado como un dios
» Su reinado convivió con 15 dictaduras militares
» Hasta 15 años de cárcel puede costar una ofensa a la Monarquía
» La extraña muerte del Rey Ananda, hace 65 años
» El dilema sucesorio: entre un príncipe detestado y una princesa amada


Bhumibol Adulyadej, el más veterano monarca del mundo con sus 65 años de reinado -fue coronado en 1946-, es una figura sagrada para los tailandeses, que lo adoran como a un dios viviente en altares con su imagen presentes en todo el país.

En una nación que en el último medio siglo ha padecido golpes de Estado, dictaduras y revueltas comunistas por igual, y a la que hoy asuela una peligrosa combinación de prostitución, corrupción y tráfico de drogas, Bhumibol ha emergido como símbolo de integridad, una figura de carácter divino que está por encima de las miserias humanas.

Melancólico y retraído, eximio saxofonista y amante de la fotografía, es el rey con más años en el trono en todo el mundo y la persona más poderosa de su nación. El rey Bhumibol, nacido en Boston, Estados Unidos, donde su padre estudiaba medicina, subió al trono en 1946 tras la misteriosa muerte de su hermano mayor. Durante su reinado ha superado 17 golpes de estado, 20 primeros ministros distintos y 15 constituciones.

Según Johnathan Head, el corresponsal de la BBC en la zona, el afecto de la gente por él es genuino. La gran mayoría de los tailandeses sienten admiración por la persona que consideran el verdadero espíritu de su país.

Sus incesantes viajes por Tailandia durante el inicio de su reinado y su interés personal por alentar el desarrollo rural han profundizado el reconocimiento y afecto de sus súbditos.

Al cumplirse 65 años de su coronación, se destaca su infalible autoridad moral, su popularidad, derivada de los planes agropecuarios que promocionó desde hace décadas -los llamados “Proyectos Reales”-, sus 10.000 proyectos sociales destinados a socorrer y aliviar las penurias de sus súbditos más desfavorecidos.

Además, se destaca su personalidad polifacética, que incluye desde traducciones de obras extranjeras, entre ellas una biografía del Mariscal Tito, hasta producciones de gran éxito y popularidad, la creación de patentes de diversos artilugios de su creación, sus dotes como saxofonista de jazz- y sus aficiones agrarias, que incluyen el mantenimiento de una especie de “koljós” real en el recinto de su propio palacio.

Pocos apuntan el detalle de que durante sesenta y cinco años, el constitucional, benevolente y muy respetado rey Bhumibol ha reinado, sobre todo, en condiciones de dictadura militar.

Bhumibol convivió con 17 golpes militares y 15 constituciones distintas, con una larga sucesión de militares implicados en matanzas, en estrecho contacto con las corruptas burocracias y elites de los negocios locales.

Tampoco se habla de que en los años 70 Tailandia, entonces uno de los regimenes asiáticos de la “seguridad nacional” haya prestado su territorio como retaguardia y burdel, durante la infame Guerra de Vietnam.

Ni de las circunstancias de su llegada al poder, como resultado del más que probable asesinato de su hermano, el rey Ananda Mahidol, un secreto con casi siete décadas de historia, por que el fueron ejecutadas tres personas, tal vez inocentes.

Y no se habla de todo esto, porque este rey asiático, un Buda viviente, deificado, cuya crítica no solo está prohibida, sino que es considerada el peor de los crímenes o una expresión de muy mal gusto por el común de la ciudadanía.

El rey está por encima de todo, aparentemente no gobierna y casi no interviene en los asuntos políticos de su nación. En teoría. Porque en la práctica siempre lo ha determinado todo, y su trono, ante el que sus generales y ministros deben arrastrarse, literalmente, es el de una dinastía ideológicamente feudal.

Así lo afirma el biógrafo Paul Handley, cuyo libro “El Rey nunca sonríe”, publicado por la Universidad de Yale, está, naturalmente, prohibido en Tailandia. La página web del libro, fue bloqueada por el Ministerio de Información tailandés.

Los medios de comunicación siempre han contribuido a la deificación de la imagen del rey. A juzgar por los comentarios de la prensa, el rey tuvo una gestión mucho más activa en la vida nacional que sus pares en Estados occidentales, que han quedado reducidos como figuras simbólicas. 

De acuerdo con el diario Bangkok Post, el monarca contribuyó a unificar a la nación durante los tiempos difíciles y “la ha guiado en las buenas y en las malas”. Y agregó: “Con autoridad moral, con entusiasmo y con arduo trabajo, ha conducido a Tailandia a través de agitaciones políticas, de crisis económicas, de desastres naturales, de guerras y también de divisiones ideológicas”.

La extraña muerte del rey Ananda

Hay temas de los que en Tailandia no se habla. Por ejemplo, de la masacre en la Universidad de Thammasat, en 1976, cuando las autoridades militares reprimieron brutalmente una revuelta estudiantil.

O de la película "Ana y el rey", la producción hollywoodense ambientada en el antiguo reino de Siam que los tailandesas consideran un insulto. Pero dentro del amplio abanico de tabúes, la extraña muerte del rey Ananda, hermano mayor del actual monarca, Bhumibol, ocupa un lugar destacado en esa lista hasta el día de hoy, cuando continúa envuelta en un velo de silencio y misterio que los años reforzaron.

Todo comenzó el 9 de junio de 1946, día en que el joven Ananda, de tan sólo 20 años, fue hallado sin vida en la cama de su habitación con un disparo en la cabeza. ¿Se trataba de un suicidio, un accidente o un asesinato?

De inmediato surgieron datos que respaldaban las tres hipótesis. Algunos sostenían que el inexperto gobernante no pudo soportar el peso de las titánicas tareas que le aguardaban. Otros se inclinaban por la teoría del accidente, incluida la casa real, que por un tiempo hizo circular la versión de que Ananda estaba limpiando su revólver cuando éste se disparó.

Finalmente, los rumores sobre un crimen orquestado por sórdidas intrigas y ambiciones desmedidas cobraron fuerza. Incluso se deslizó la posibilidad de que había sido Bhumibol, enceguecido por los celos, quien mató a su hermano para ser rey.

Visiblemente inquietas, las autoridades abrieron una investigación y en 1948 condenaron a dos sirvientes del palacio real por el presunto asesinato. Ambos fueron ejecutados en 1954 y el caso fue cerrado para siempre.

En el ínterin, Bhumibol -entonces de 18 años- asumió la sucesión precipitadamente, regresó a Suiza para estudiar y, en 1951, se instaló definitivamente en Tailandia para convertirse en uno de los monarcas más queridos en la historia del país.

El dilema sucesorio

Aunque el heredero del rey Bhumibol siempre fue, en teoría, el príncipe Vajiralongkorn, hace unos años el rey elevó a la segunda de sus tres hijas, Sirindhorn –y a la que nunca se le ha conocido compañía masculina- a la misma categoría. 

Vajiralongkorn, casado tres veces, tiene descendencia, pero mala reputación entre el pueblo. Para terminar de complicar las cosas, Vajiralongkorn sería amigo del exprimer ministro Thaksin Shinawatra, el hombre más odiado por la camarilla real. Es legendaria la enemistad de este último con la mano derecha del rey, Tinsulanonda -cuyo domicilio sufrió un atentado durante el gobierno de Thaksin.

Cabe decir que Vajiralongkorn ha tenido varios hijos con sus tres sucesivas esposas, pero sólo el último ha sido reconocido como legítimo sucesor. Uno de los efectos del golpe de estado de hace dos años fue cargarse la constitución de 1997, que reconocía a Vajiralongkorn como sucesor. 

La nueva constitución, mucho menos democrática que la anterior, deja en manos del Consejo Privado la elección del sucesor, en caso de que el rey no lo haga antes de su muerte.

Si el Consejo optara por un hijo menor de edad de Vajiralongkorn o por su hermana -sin descendencia- una eventual situación de regencia colocaría en una posición de ventaja a los elementos más cercanos a la corona: más cerca, si cabe, de cortar la tarta de la mayor fortuna real del mundo.

Las últimas noticias de Coronas Reales