3 de junio de 2011

«El padrino sueco» aviva la presión para que el rey de Suecia abdique


Pobre Silvia Sommerlath. Si alguien le hubiera dicho la que se le vendría encima cuando se enamoró perdidamente del entonces príncipe heredero de Suecia durante los Juegos Olímpicos de 1972 en Múnich...

Han sido décadas de sufrimiento en soledad y silencio. Siempre hubo rumores sobre los flirteos del rey Carlos XVI Gustavo a los que su esposa Silvia ponía cara de póquer. Pero desde hace un año una parte de la prensa le está dando duro al rey. 

Nada que ver con los comentarios sobre la salud de Don Juan Carlos en la prensa española y que tan mal han sentado al Rey. Carlos Gustavo incluso se ha visto forzado a dar una entrevista sobre el supuesto último escándalo sexual.

La presión sobre el rey es cada vez más fuerte. ¿Estuvo o no estuvo en los clubes de alterne? ¿Es verdad que uno de los dueños tiene fotos que comprometen al rey sueco? Mientras él lo niega casi todo -lo de los clubes de alterne es un problema de definición, según dice, y además allí va mucha gente y es fácil que hayan equivocado a cualquier hombre de su edad con él- se oyen cada vez más voces que piden que abdique

Si el año pasado la prensa sacó a la luz su "lío" con la cantante Camilla Henemark, ahora es el libro El padrino sueco, de Nuri Kino, el que ha puesto patas arriba al país. Y parte de los suecos piden que el rey abdique cuanto antes mejor.

Su hija mayor y heredera Victoria, acompañada de su marido Daniel, acaba de regresar de un viaje a Alemania, la medio patria de su madre Silvia, donde la pareja se dio un verdadero baño de multitudes. Todo el mundo quedó encantado con la princesa, por su preparación, su saber estar y su simpatía. Y eso con la que estaba cayendo en casa. 

Entre rumores de embarazo, que la acompañan desde que hace 12 meses regresó de su viaje de novios, y los sondeos que piden la abdicación de su padre, la vida se complica para la princesa de 33 años y su marido, el príncipe ex entrenador personal.

Su hermano Carlos Felipe, al que muchos comparan por su físico al actor Orlando Bloom, es el que más parecido ha salido a su padre. Igual que a él le gustan las mujeres y los coches de carreras. Tras un largo noviazgo con Emma Pernald que parecía que iba a acabar en boda, el príncipe se enamoró de la joven Sofía Hellqvist de turbio pasado. 

Ex miss con "impresionantes" y explícitas portadas en revistas masculinas y participante en un reality sueco, Paradise Hotel, parecido a Gran Hermano, la morenza que ya comparte desde hace tiempo domicilio con el príncipe, intenta actualmente congraciarse con la reina Silvia, tal vez su futura suegra, trabajando en una ONG benéfica en Sudáfrica.

La benjamina, Magdalena, conocida como la princesa más sexy de Europa, aunque ese puesto se lo va a tener que traspasar a la hija de Carolina de Mónaco, Carlota, es la que hasta ahora más se ha posicionado en el tema del supuesto escándalo de su padre. Dicen que está muy dolida con él. Actualmente lleva una temporada en Nueva York para trabajar en una de las fundaciones benéficas de su madre. 

Magdalena no asistió hace tres semanas al 65 cumpleaños de Carlos Gustavo y tampoco piensa pasar su propio cumpleaños el próximo diez de junio en Estocolmo. "Lo de las historias sobre papá me estresa", comentó recientemente en un diario sueco.

Y ¿qué pasará por la cabeza de Silvia Sommerlath? ¿Preferirá que su marido deje el trono en manos de su hija Victoria o como madre espera que antes disfrute todavía de algo de libertad y de tiempo para ser madre?

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