22 de junio de 2011

Luxemburgo otorga igualdad de derechos a las mujeres para ascender al trono

El Decreto que establece las nuevas normas sucesorias al trono de Luxemburgo fue firmado por el gran duque Enrique en el mes de septiembre, pero la noticia no fue divulgada sino hasta esta semana, como informa el sitio de noticias luxemburgués Wort.


Esto se hace siguiendo el ejemplo de monarquías como la de Noruega, Suecia o Bélgica, que permiten a las mujeres ostentar derechos de sucesión en igualdad de condiciones frente a los varones de su familia. Monarquías como las de España, Gran Bretaña o Mónaco todavía dan preferencia a los varones en línea de sucesión, mientras que en el Principado de Liechtenstein continúa en vigencia la Ley Sálica, que prohíbe el ascenso de una mujer al trono.

La medida no trae cambios inmediatos relevantes en la sucesión del país más rico de Europa, pero asegura que, en el caso de que el próximo gran duque tuviera una primogénita mujer, ésta gobernaría aunque posteriormente tuviera hermanos varones.

Según el artículo 3 de la Constitución luxemburguesa, la Corona gran ducal es hereditaria de acuerdo a las normas establecidas en el denominado “Pacto de Familia” de 1793. El artículo establece el orden sucesorio por vía masculina con exclusión de la descendencia femenina. Sin embargo, la dinastía reinante tiene la facultad de modificar las leyes en rigor de la necesidad histórica.

Esto sucedió en 1907, con el último estatuto familiar firmado en la Casa de Nassau. Un año antes, el gran duque Guillermo IV comenzó a padecer serios problemas de salud, y el tema de la sucesión le preocupaba demasiado. De su matrimonio con la infanta portuguesa María Ana sólo habían nacido seis hijas mujeres.

Dictó, entonces, un nuevo estatuto familiar, que hizo aprobar por el Parlamento luxemburgués. Aunque el gran duque tenía un primo, el conde de Merenberg, que había puesto sus miras en el trono, este estatuto permitió declarar heredera de la corona a la hija primogénita de Guillermo IV, la princesa María Adelaida.

La preferencia masculina volvió a imponerse en 1955, al nacer el actual soberano, Enrique. Un año antes, sus padres había tenido una mujer, la princesa Marie-Astrid, que pasó al segundo puesto sucesorio al nacer su hermano.

En el caso actual, las nuevas normas sucesorias no tienen efecto retroactivo, y no modifican la actual línea, encabezada por el gran duque heredero Guillermo. Señalan, eso sí, el reconocimiento de iguales derechos para los tres hijos varones del gran duque Enrique y su única hija mujer, la princesa Alejandra.


Las últimas noticias de Coronas Reales