1 de junio de 2011

Un exposición recorre la imagen de Isabel II de Inglaterra a lo largo de seis décadas

Sus rasgos han sido capturados por artistas y fotógrafos de renombre mundial, como Pietro Annigoni, Cecil Beaton, Annie Leibovitz y Andy Warhol.

Para conmemorar su Jubileo de Diamante en 2012, celebrando los 60 años de su reinado, la Galería Nacional de Retratos en Londres está montando una exhibición itinerante con 60 de las imágenes más asombrosas de la monarca británica, incluyendo retratos formales pintados, fotografías oficiales, fotografías de periódicos y trabajos contemporáneos.

La exhibición abrirá en Edimburgo el 25 de junio de 2011, después viajará a los Museos Nacionales de Irlanda del Norte y Cardiff antes de una exhibición final en Londres de mayo a octubre de 2012. Su objetivo es documentar el cambio de percepción sobre la reina durante su reinado y el cambio de la actitud pública hacia ella: desde el respeto de la década de los 50 hasta la rebeldía punk de los 70 y la obsesión con los famosos en el presente.

Los primeros retratos oficiales de artistas, como Dorothy Wilding y Beaton, reflejan a un país enamorado con su joven y atractiva monarca, de acuerdo con el respeto tradicional.


Los primeros retratos se aferran a la idea de la realeza de una manera convencional, la reina con una corona y un cetro, en trajes de coronación, dijo el encargado de la exhibición, Paul Moorhouse. “Pero Dorothy Wilding comienza a cambiar eso. Reacciona al glamour de la reina y se enfoca en su ropa y estilo”.

Una fotografía particularmente atractiva de Wilding, coloreada a mano por Beatrice Johnson, nos recuerda por qué la reina alguna vez fue reconocida por su belleza.

En la década de los 60, cuando los valores familiares tradicionales comenzaron a ser cuestionados, la reina presentó una sorprendente imagen de ella como esposa y madre. El documental para televisión,Familia Real, incluido en la exhibición, la mostró en su hogar en el Castillo de Windsor con su esposo, el duque de Edimburgo, y sus hijos, y fue visto por millones.


“Ese programa mostró un punto de vista detrás de cámaras de la reina y cambió la manera como la gente la veía. Pasó de ser sólo una figura pública formal a una persona privada también”, dice Moorhouse. “A partir de entonces el enfoque hacia la reina fue más como individuo”.

El papel de la monarquía en el siglo XX también fue cuestionado en los 60, como se refleja en el retrato de Gerhard Richter, que presenta una cara fuera de foco y desvanecida.

“Se las ingenia para decir mucho sobre la reina mostrándola fuera de foco. La gente ya no está tan segura para qué está ella, qué es lo que representa”, dice Moorhouse.

Pero es en las décadas de los 70 y 80 cuando la imagen de la reina se vuelve blanco de más ataques. Figura sin rostro en la portada del álbum de los Sex Pistols God Save the Queen y es parodiada como títere en el programa de televisión Spitting Image.

“En los 80, de la familiaridad se da paso casi al desprecio”, dice Moorhouse, “y vemos cómo la reina se convierte en el centro del descontento en tiempos de malestar económico y político”.

“Tienes a Gilbert y George, con su collage fotográfico, Coronation Cross, realmente le da la vuelta”, agrega. “La cruz es una maravillosa imagen ambigua ya que tradicionalmente tiene que ver con los escudos, pero también tiene que ver con la crucifixión”.

A finales de los 90, cuando la popularidad de la familia real se hundió en nuevas profundidades en Gran Bretaña tras la muerte de la princesa Diana, el pintor Justin Mortimer capturó el ambiente imperante al decapitar a la reina contra un fondo amarillo chillante.


Kim Dong Yoo fue igualmente explícito con su trabajo Elizabeth II vs Diana, creando la cara de la reina con partes de diminutas fotografías de la difunta princesa de Gales.

En los últimos años, con el resurgimiento de la popularidad de la familia real, la reina nuevamente se ha convertido en un símbolo de una identidad nacional compartida y una oportunidad de sentarse en elPalacio de Buckingham sigue siendo tentadora para los artistas contemporáneos.

“Ella es una persona única y cualquier artista adoraría trabajar con ella”, dice Chris Levine, a quien una comisión de la Isla de Jersey le concedió una audiencia con la reina en 2004. “Ella trasciende la fama, pero es humana. Quería conectar con su alma como lo haría con cualquier persona”.


Lightness of being, de Levine, un retrato holográfico que capturó genialmente a la reina con sus ojos cerrados, fue descrita por un crítico como el “el retrato más grandioso de Isabel II hasta el momento”. Y según Levine, la pose no fue planeada. “Le pedí que descansara durante las tomas, y el momento mágico sucedió”, dijo.

Incluso para un artista experimentado, la experiencia de tomar la fotografía de la reina puede ser sobrecogedora. “Yo estaba un poco indiferente al respecto hasta pocos días antes de la primera foto”, dice Levine. “Entonces la libertad que se me dio hacia dónde llevar la dirección de arte, cómo presentaba sus ropas, la corona, la técnica que quería utilizar, todo eso aumentó la presión de alcanzar las expectativas que se habían vuelto tan altas.

“Tenía que responder al estado de Jersey y a la población de la isla, así como a su Majestad. Tenía que ser más que bueno”, agrega. Pero para aquellos que logran crear un retrato exitoso de la monarca, los premios son considerables.

“Hay mucha gente famosa – políticos, actores, músicos – y las fotografías de ellos pueden tener una circulación muy extendida, pero al final, toda esta gente de alguna manera es desechable”, dice Moorhouse. “Los políticos y las celebridades van y vienen”.

“La diferencia con la reina es que cuando tu agradas con ese tema, estás agradando con la historia”, dice. “Cualquier imagen que se hace de ella, no sólo es para ahora, es parte de una tradición actual de retratos de la realeza”.

Escrito por Nuala Calvi, CNN




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