El avión de la Fuerza Aérea canadiense que transportó a los duques de Cambridge desde la capital canadiense Ottawa, a la cercana ciudad de Montreal, llegó tal y como estaba previsto al aeropuerto Pierre Trudeau de Montreal poco antes de las 20.00 GMT.
La escala en la provincia francófona de Québec, que durará hasta el domingo y durante la que visitarán además de Montreal la ciudad de Québec, promete ser la más difícil del primer viaje oficial al extranjero de los recién casados reales.
En sus dos primeros días de visita oficial a Canadá, un país cuyo sistema político es una monarquía parlamentaria representada por la reina Isabel II, el príncipe Guillermo y Catalina han sido agasajados por las muestras de cariño y atención de centenares de miles de canadienses.
Ayer entre 300.000 y 400.000 personas se concentraron frente al Parlamento canadiense para asistir, junto a la pareja real, a las ceremonias del 144 aniversario de la creación del país, una multitud entre tres y cuatro veces mayor que la del año pasado, cuando la reina Isabel II estuvo presente en la misma ocasión.
Pero en Québec varios grupos nacionalistas han convocado manifestaciones en Montreal y la ciudad de Québec para protestar contra la presencia en el territorio francófono de los representantes de la monarquía británica.
Uno de los principales grupos convocantes, la Red de Resistencia de Québec (RRQ), ha programado su principal protesta mañana frente al ayuntamiento de la ciudad de Québec, que los duques de Cambridge tienen previsto visitar.
En un comunicado hecho público por RRQ se recuerda que fue la corona británica la que "conquistó y sometió por la fuerza de las armas" a la antigua colonia francesa en 1759.
También recordó que fue la corona británica, que representan los duques de Cambridge, la que "encerró, deportó y ahorcó a los patriotas de 1837-1838", cuando parte de la provincia se levantó contra el dominio británico.
En 2009 RRQ ya causó problemas durante la visita que realizaron el padre de Guillermo, el príncipe Carlos, y su esposa, Camila Parker, a Montreal y que forzó al heredero del trono británico a utilizar una puerta trasera ante la violencia de las protestas.
El portavoz de RRQ, Julien Gaudreau, ha señalado que el grupo tiene previsto realizar sólo actos de desobediencia civil durante la visita del príncipe Guillermo y Catalina.
Sin embargo, los medios de comunicación locales se han apresurado a señalar que la Red ha contratado casi medio centenar de fornidos guardaespaldas para las manifestaciones, lo que interpretan como una señal de que las protestas serán violentas.
El hecho de que las protestas antimonárquicas se concentren en Québec mientras que en el resto del país se esté viviendo una auténtica luna de miel con los duques de Cambridge, y en especial con Catalina Middleton, no es una casualidad.
Según una encuesta dada a conocer el 30 de junio, que tiene un margen de error del 3,1 %, mientras que en el conjunto de Canadá un 42 % de la población estaría de acuerdo en prescindir de la monarquía, en Québec la cifra asciende hasta el 67 %.
Otra encuesta, con un margen de error del 3,2 %, coloca el apoyo de la monarquía en Québec en sólo el 13 %.
Pero a pesar de estas cifras y de los preparativos de RRQ, nadie espera que la visita de la joven pareja británica provoque los graves incidentes que causó la presencia de la reina Isabel II en Québec en 1964, con decenas de heridos y detenidos por los enfrentamientos entre jóvenes quebequeses y la policía.
Entonces, el incipiente movimiento nacionalista quebequés se encontraba en plena ebullición. El Frente de Liberación de Québec (FLQ), un grupo violento independentista, iniciaba sus actividades terroristas que durarían casi una década y se saldarían con cinco muertos, decenas de atentados, secuestros y robos.
Hoy el FLQ ha desaparecido y los representantes democráticos del movimiento independentista quebequés acaban de sufrir en las elecciones generales del 2 de mayo su peor derrota electoral, lo que les ha dejado divididos y en busca de una nueva identidad.
Aunque RRQ no aspira a demostraciones masivas en contra del príncipe Guillermo y Catalina lo que sí quieren sus integrantes es que su visita a Québec les resulte "desagradable".
"Su padre se dio cuenta en 2009 que los representantes de la corona británica no son bienvenidos en Québec. El príncipe Guillermo ha de esperar experimentar un escenario similar" dijo RRQ
La escala en la provincia francófona de Québec, que durará hasta el domingo y durante la que visitarán además de Montreal la ciudad de Québec, promete ser la más difícil del primer viaje oficial al extranjero de los recién casados reales.
En sus dos primeros días de visita oficial a Canadá, un país cuyo sistema político es una monarquía parlamentaria representada por la reina Isabel II, el príncipe Guillermo y Catalina han sido agasajados por las muestras de cariño y atención de centenares de miles de canadienses.
Ayer entre 300.000 y 400.000 personas se concentraron frente al Parlamento canadiense para asistir, junto a la pareja real, a las ceremonias del 144 aniversario de la creación del país, una multitud entre tres y cuatro veces mayor que la del año pasado, cuando la reina Isabel II estuvo presente en la misma ocasión.
Pero en Québec varios grupos nacionalistas han convocado manifestaciones en Montreal y la ciudad de Québec para protestar contra la presencia en el territorio francófono de los representantes de la monarquía británica.
Uno de los principales grupos convocantes, la Red de Resistencia de Québec (RRQ), ha programado su principal protesta mañana frente al ayuntamiento de la ciudad de Québec, que los duques de Cambridge tienen previsto visitar.
En un comunicado hecho público por RRQ se recuerda que fue la corona británica la que "conquistó y sometió por la fuerza de las armas" a la antigua colonia francesa en 1759.
También recordó que fue la corona británica, que representan los duques de Cambridge, la que "encerró, deportó y ahorcó a los patriotas de 1837-1838", cuando parte de la provincia se levantó contra el dominio británico.
En 2009 RRQ ya causó problemas durante la visita que realizaron el padre de Guillermo, el príncipe Carlos, y su esposa, Camila Parker, a Montreal y que forzó al heredero del trono británico a utilizar una puerta trasera ante la violencia de las protestas.
El portavoz de RRQ, Julien Gaudreau, ha señalado que el grupo tiene previsto realizar sólo actos de desobediencia civil durante la visita del príncipe Guillermo y Catalina.
Sin embargo, los medios de comunicación locales se han apresurado a señalar que la Red ha contratado casi medio centenar de fornidos guardaespaldas para las manifestaciones, lo que interpretan como una señal de que las protestas serán violentas.
El hecho de que las protestas antimonárquicas se concentren en Québec mientras que en el resto del país se esté viviendo una auténtica luna de miel con los duques de Cambridge, y en especial con Catalina Middleton, no es una casualidad.
Según una encuesta dada a conocer el 30 de junio, que tiene un margen de error del 3,1 %, mientras que en el conjunto de Canadá un 42 % de la población estaría de acuerdo en prescindir de la monarquía, en Québec la cifra asciende hasta el 67 %.
Otra encuesta, con un margen de error del 3,2 %, coloca el apoyo de la monarquía en Québec en sólo el 13 %.
Pero a pesar de estas cifras y de los preparativos de RRQ, nadie espera que la visita de la joven pareja británica provoque los graves incidentes que causó la presencia de la reina Isabel II en Québec en 1964, con decenas de heridos y detenidos por los enfrentamientos entre jóvenes quebequeses y la policía.
Entonces, el incipiente movimiento nacionalista quebequés se encontraba en plena ebullición. El Frente de Liberación de Québec (FLQ), un grupo violento independentista, iniciaba sus actividades terroristas que durarían casi una década y se saldarían con cinco muertos, decenas de atentados, secuestros y robos.
Hoy el FLQ ha desaparecido y los representantes democráticos del movimiento independentista quebequés acaban de sufrir en las elecciones generales del 2 de mayo su peor derrota electoral, lo que les ha dejado divididos y en busca de una nueva identidad.
Aunque RRQ no aspira a demostraciones masivas en contra del príncipe Guillermo y Catalina lo que sí quieren sus integrantes es que su visita a Québec les resulte "desagradable".
"Su padre se dio cuenta en 2009 que los representantes de la corona británica no son bienvenidos en Québec. El príncipe Guillermo ha de esperar experimentar un escenario similar" dijo RRQ