El avión, un Boeing 737 propiedad del príncipe heredero tailandés, Maha Vajiralongkorn, fue embargado el 12 de julio por una orden judicial requerida por la constructora germana Walter Bau que mantiene un contencioso millonario con el Gobierno tailandés.
Un juzgado de Berlín fijó el mes pasado una fianza de 20 millones de euros para liberar el avión que, según la empresa, pertenece al Estado tailandés pero que, según Bangkok, es una propiedad privada del príncipe, por lo que no hay razón para su embargo.
En un comunicado emitido por su oficina, el príncipe dijo que espera que el pago de la fianza ayude a dar fin al contencioso y que desea que la disputa no afecte las cordiales relaciones entre los dos países.
El comunicado añade que el príncipe no desea verse involucrado en la disputa y que quiere que esta se solucione de manera rápida y sin complicaciones.
El príncipe heredero tailandés, quien acostumbra a pilotar el avión, había viajado en el Boeing a Múnich en visita privada cuando se produjo el embargo.
La disputa se remonta a los años 90, cuando la empresa alemana fue contratada para construir una vía de pago en las cercanías de Bangkok y gestionar en usufructo durante un período el sistema de peajes.
Las relaciones entre ambas partes se rompieron debido a diferencias sobre el sistema de pagos del peaje.
Un tribunal internacional de Ginebra dio en 2009 la razón a la constructora y exigió al Estado tailandés 30 millones de euros en compensación, una cantidad que Bangkok nunca abonó.
