Kate, quien es hoy por hoy una de las mujeres más famosas en el mundo y la más reciente adquisición de la Monarquía Británica, es fotografiada y seguida donde quiera que esté.
Pero eso significa también que, como futura reina, sería el blanco ideal para un secuestro que recaudaría sin duda millones de dólares por su liberación. Aquellos que podrían intentar algo así son terroristas, secuestradores y hasta alguien obesionado con la joven.
Hay reportes que insisten que en un intento por ofrecerle mayor protección, además de guardaespaldas, Kate está recibiendo entrenamiento de las fuerzas especiales británicas SAS (Special Air Service).El curso, descrito como 'muy estricto', exige mucho física y mentalmente, y enseña varias estrategias de supervivencia. Estas van desde estar mas consciente de lo que le rodea en cualquier presentación, caminata o viaje, como reaccionar si es atacada directamente, y como relacionarse con sus secuestradores en caso de rapto.
Los participantes en este tipo de entrenamiento aprenden también a conducir bajo enorme presión o a pasar mensajes en código a quienes intenten rescatarlos. Aunque es un secreto donde está recibiendo la duquesa de Cambridge dicho entrenamiento, o cuanto tiempo durará, se sabe que esto no es algo nuevo.
Políticos, y otros miembros de la familia real, incluída la Reina Isabel II, y en su momento la princesa Diana, así como el príncipe Carlos, han seguido el mismo curso.
Es famoso el momento en que un hombre consiguió llegar en 1982 hasta la habitación de la reina cuando ésta dormía. Michael Fagan, padre de cuatro hijos y desempleado, consiguió escalar las paredes del Palacio de Buckingham y evadir las alarmas, antes de entrar al aposento de la monarca.
Es famoso el momento en que un hombre consiguió llegar en 1982 hasta la habitación de la reina cuando ésta dormía. Michael Fagan, padre de cuatro hijos y desempleado, consiguió escalar las paredes del Palacio de Buckingham y evadir las alarmas, antes de entrar al aposento de la monarca.
Con calma, Isabel II conversó con el hombre por 10 minutos tranquilamente. Y no fue hasta que este pidió un cigarro, que la reina consiguió llamar a uno de sus ayudantes, que detuvo al hombre hasta que fue arrestado.