15 de octubre de 2011

El primer ministro inglés aboga por la igualdad de género en la sucesión al Trono Británico

El primer ministro británico ha escrito a los otros quince países de la Commonwealth que tienen a Isabel II como Monarca para pedirles su apoyo para derogar las leyes que dan prioridad en el acceso al Trono a un varón sobre una hermana de mayor edad.





El primer ministro británico ha escrito a los otros quince países de la Commonwealth que tienen a Isabel II como Monarca para pedirles su apoyo para derogar las leyes que dan prioridad en el acceso al Trono a un varón sobre una hermana de mayor edad.

Esto significaría que el príncipe Guillermo y la duquesa de Cambridge fueran padres por primera vez de una niña, ésta tendría igualdad de derechos ante un niño, y no sería desplazada de la línea sucesoria, como sucedió con la princesa real Victoria (hija primogénita de la reina Victoria) o la princesa Ana, hija de Isabel II, desplazada en la sucesión por sus hermanos menores Andrés y Eduardo.

David Cameron debe de sentirse con más fortaleza política que sus antecesores laboristas, Gordon Brown y Tony Blair, que fracasaron en anteriores intentos en la misma dirección. El líder conservador espera obtener en una cumbre este mes en Australia el imprescindible apoyo de los jefes de Estado y de gobierno de la Commonwealth, que incluye a países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Jamaica y varias ex colonias británicas, además del propio Reino Unido.

En su carta, Cameron explica que «abrazamos la igualdad de género en todos los demás aspectos de la vida, y es una anormalidad que en las normas relacionadas con la más alta institución pública sigamos manteniendo la superioridad masculina».

El Gobierno británico quiere que, en el futuro, la sucesión al Trono esté determinada por el orden de nacimiento. La medida no alteraría la línea sucesoria de Isabel II, pero supondría que una posible primera hija de los Duques de Cambridge sucedería al Príncipe Guillermo en la línea al trono.

En el caso de Isabel II, que el año que viene celebrará el 60 aniversario de su coronación, la inesperada abdicación de su tío, Eduardo VII, por su matrimonio con una mujer divorciada entregó la Corona de forma prematura a su padre, Jorge VI, lo que colocó a la entonces Alteza Real Princesa Isabel, hermana mayor de dos niñas, como heredera.

La reforma cuenta en principio con el apoyo de los ciudadanos. Según un estudio publicado por la empresa de sondeos Yougov en abril, días antes de la boda entre el Príncipe Guillermo y Kate Middleton, el 68% defiende que se cambie la ley, frente a un 20% que prefiere que se mantenga la preferencia masculina.

Los cambios deben introducirse en los 16 países que tienen a Isabel II como reina y jefa de Estado. En alguno de ellos, como Australia o Canadá, los gobiernos podrían encontrar algunas resistencias políticas desde sectores republicanos o soberanistas. En el caso del Reino Unido, la iniciativa del gobierno cuenta con el apoyo de la Reina, según el diario The Times.

Cameron quiere además que la reforma elimine la prohibición de acceder al Trono a los casados con un católico —«una anomalía histórica», según el «premier»—, la única fe distinta a la anglicana afectada por una prohibición así.




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