La cumbre de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth) arrancó hoy en Australia con acuerdos para poder ordenar intervenciones tempranas en casos de violaciones de los derechos humanos y del estado de derecho y para eliminar la desigualdad de género en la ley de sucesión al trono inglés.
Unas horas después, el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, fue quien anunció a la prensa que las 16 naciones de la Commonwealth que tienen a la Reina de Inglaterra como jefa de Estado han "alcanzado un acuerdo unánime en dos cambios a la ley de sucesión".
La sucesión estará determinará "por el orden de nacimiento" y esta decisión "se aplicará a todos los descendientes del príncipe de Gales", detalló Cameron en cuanto al primer cambio.
La sucesión estará determinará "por el orden de nacimiento" y esta decisión "se aplicará a todos los descendientes del príncipe de Gales", detalló Cameron en cuanto al primer cambio.
"Por decirlo de forma sencilla, si los duques de Cambridge (el príncipe Guillermo de Inglaterra y Catalina Middleton) tienen una hija, esa hija será un día nuestra reina", aclaró Cameron.
La otra modificación permitirá que un miembro de la familia real inglesa pueda casarse con una persona de otra religión sin tener que renunciar a la corona, noticia que fue recibida con satisfacción por la Iglesia Católica de Inglaterra, que considera una "discriminación injusta" la de prohibir el acceso de los católicos al trono inglés.
"Acojo con agrado la decisión del Gobierno de Su Majestad de dar a los herederos al trono la libertad de casarse con un católico sin ser expulsado de la línea de sucesión", declaró el arzobispo de Westminster Vincent Nichols, primado de los católicos de Inglaterra y Gales.
"Esto eliminará un punto de discriminación injusta contra los católicos y será celebrado no sólo por los católicos sino mucho más extensamente", agregó el arzobispo Nichols.
El primer ministro británico David Cameron había anunciado poco antes en la ciudad australiana de Perth que los 16 países de la Commonwealth que tienen por jefa de Estado a la reina Isabel II aprobaron el viernes el cambio de las reglas de sucesión al trono, incluida la eliminación de esta regla.
"Hemos acordado abolir la regla que dice que ninguna persona que se case con un católico puede convertirse en monarca", explicó Cameron, considerándola "equivocada" puesto que "tienen libertad para casarse con alguien de cualquier otra confesión.
Sin embargo, agregó que el monarca debe seguir siendo protestante porque también es oficialmente el Gobernador Supremo de la Iglesia anglicana.
Según el "Act of Settlement" (Acta de establecimiento) vigente desde 1701, los católicos o quienes se casen con un católico tienen vetado el acceso al trono de Inglaterra.
La ley, que no menciona explícitamente ninguna otra religión aparte de la "papista", estaba al parecer destinada a apartar de la Corona a los Estuardos, una dinastía escocesa católica que reinó con interrupciones en Inglaterra entre 1603 y 1714, antes de ser reemplazada por la Casa de Hannover de la que desciende directamente la actual Casa de Windsor.
Previamente, en 1534, Enrique VIII, rompió con Roma y con el catolicismo en 1534, estableciendo la Iglesia anglicana, después de haber repudiado a su primera esposa Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos.
El cambio de reglas, sin embargo, está esencialmente destinado a poner fin a la prevalencia del hombre en la sucesión, para que el primogénito del príncipe Guillermo y de su esposa Catalina pueda reinar un día incluso si es mujer y tiene un hermano menor varón.
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La otra modificación permitirá que un miembro de la familia real inglesa pueda casarse con una persona de otra religión sin tener que renunciar a la corona, noticia que fue recibida con satisfacción por la Iglesia Católica de Inglaterra, que considera una "discriminación injusta" la de prohibir el acceso de los católicos al trono inglés.
"Acojo con agrado la decisión del Gobierno de Su Majestad de dar a los herederos al trono la libertad de casarse con un católico sin ser expulsado de la línea de sucesión", declaró el arzobispo de Westminster Vincent Nichols, primado de los católicos de Inglaterra y Gales.
"Esto eliminará un punto de discriminación injusta contra los católicos y será celebrado no sólo por los católicos sino mucho más extensamente", agregó el arzobispo Nichols.
El primer ministro británico David Cameron había anunciado poco antes en la ciudad australiana de Perth que los 16 países de la Commonwealth que tienen por jefa de Estado a la reina Isabel II aprobaron el viernes el cambio de las reglas de sucesión al trono, incluida la eliminación de esta regla.
"Hemos acordado abolir la regla que dice que ninguna persona que se case con un católico puede convertirse en monarca", explicó Cameron, considerándola "equivocada" puesto que "tienen libertad para casarse con alguien de cualquier otra confesión.
Sin embargo, agregó que el monarca debe seguir siendo protestante porque también es oficialmente el Gobernador Supremo de la Iglesia anglicana.
Según el "Act of Settlement" (Acta de establecimiento) vigente desde 1701, los católicos o quienes se casen con un católico tienen vetado el acceso al trono de Inglaterra.
La ley, que no menciona explícitamente ninguna otra religión aparte de la "papista", estaba al parecer destinada a apartar de la Corona a los Estuardos, una dinastía escocesa católica que reinó con interrupciones en Inglaterra entre 1603 y 1714, antes de ser reemplazada por la Casa de Hannover de la que desciende directamente la actual Casa de Windsor.
Previamente, en 1534, Enrique VIII, rompió con Roma y con el catolicismo en 1534, estableciendo la Iglesia anglicana, después de haber repudiado a su primera esposa Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos.
El cambio de reglas, sin embargo, está esencialmente destinado a poner fin a la prevalencia del hombre en la sucesión, para que el primogénito del príncipe Guillermo y de su esposa Catalina pueda reinar un día incluso si es mujer y tiene un hermano menor varón.
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