Al final de un laberinto de pasillos en un complejo gubernamental de Bangkok, se halla un cuarto sin ventanas donde técnicos en computación navegan por internet en busca de fotos, artículos, comentarios en Facebook y cualquier cosa que pudiera considerarse ofensiva para el rey Bhumibol Adulyadej y su familia.
Los técnicos trabajan para la "Oficina de Prevención y Supresión de los Delitos de Tecnología de la Información". El Gobierno que asumió el poder en julio prefiere llamar "el cuarto de guerra", la sede de una campaña de creciente vigor destinada a purificar Internet de todo insulto hacia el rey.
La represión es llevada a cabo por un equipo de 10 especialistas en computación encabezado por Surachai Nilsang. "Lo que nos empuja a hacer nuestro debes es que amamos y reverenciamos a la monarquía", explicó.
La visita al lugar, la primera llevada a cabo por un periodista, ofreció indicios de la escala de la guerra que el gobierno libra contra los antimonárquicos tailandeses en Internet.
Sin embargo, también subrayó las dificultades de determinar qué constituye un insulto, un punto destacado por aquellos tailandeses que indican que la campaña anti lesa majestad infringe las libertades civiles.
Los técnicos del cuarto de guerra han bloqueado 70.000 páginas de Internet en los últimos cuatro años y aproximadamente 60 mil fueron vetadas por insultos a la monarquía, de acuerdo con Surachai.
Para muchos extranjeros, Tailandia es un país amante de la diversión. Sin embargo, muchos de sus habitantes pierden el sentido del humor a la hora de defender al rey Bhumibol, de 83 años. Las manifestaciones públicas en su contra son inconcebibles.
Surachai indicó que el número de páginas con sentimientos antimonárquicos aumentó marcadamente tras el golpe de Estado militar de 2006, apoyado, en silencio, por el rey. Esto suscitó la creación de las llamadas "camisas rojas", un movimiento de oposición a la intervención militar en la política y de apoyo a Taksin Shinawatra, el primer ministro depuesto.
De acuerdo con la ley tailandesa, cualquiera que "difame, insulte o amenace" a miembros de la Familia Real puede ser sentenciado a hasta 15 años de cárcel. Además, la Ley de Delitos Computacionales prevé hasta cinco años de prisión por la difusión digital de información que amenace la seguridad nacional o viole "la paz, concordia o buena moral del pueblo"
En agosto, un grupo de 112 profesores de origen tailandés y extranjero expresaron en una carta abierta a la primera ministra Yingluck Shinawatra que la represión amenazaba "el futuro de la democracia en Tailandia".
A la entrada del cuarto de guerra, Surachai ha colocado la estatua de un antiguo guerrero chino que blande un arma parecida a un híbrido de hacha y espada.
La estatua parece encarnar el espíritu de la misión de Surachai como defensor de la Monarquía. Indicó que la figura simboliza la lealtad y la honestidad. También podría representar a un soldado en el fuego cruzado de una sociedad polarizada. "Mucha gente se niega a hacer este trabajo", explicó Surachai. "Bueno o malo, de todas formas nos echarán la culpa". The New York Times
Seguir al autor en Twitter: