El emperador de Japón, Akihito, ha sido ingresado hoy, domingo 6 de noviembre, en el Hospital de la Universidad de Tokio con fiebre y síntomas de bronquitis, informó la agencia local Kyodo.
Akihito, de 77 años, al que el jueves se le diagnosticó un resfriado con fiebre, fue hospitalizado como medida de "precaución" después de que su estado empeorara y mostrara síntomas de fatiga, indicó Kyodo, que cita a la Agencia de la Casa Imperial nipona.
Esta misma semana la princesa Aiko, nieta del emperador e hija única del príncipe heredero de la Corona imperial, Naruhito, pasó cuatro días en el Hospital de la Universidad de Tokio a causa de un resfriado con fiebre alta.
Aiko, de nueve años, fue dada de alta ayer tras recibir tratamiento, según la Agencia de la Casa Imperial.
El emperador Akihito es desde hace 22 años cabeza del Trono del Crisantemo, la dinastía reinante más antigua del mundo, tras el fallecimiento en 1989 de su padre, Hirohito, a los 87 años.
Su papel en la actualidad se limita al de un monarca constitucional que sanciona los nombramientos oficiales y tiene funciones diplomáticas, sin ningún poder ejecutivo.
El emperador de Japón lleva tiempo delicado de salud: en 2003 fue operado de cáncer de próstata y en diciembre de 2008 sufrió una hemorragia estomacal que le obligó a aligerar su agenda oficial.
En febrero de este año se le diagnosticó una arteriosclerosis coronaria, aunque los médicos indicaron que, sometido a medicación, podía continuar normalmente con sus actividades.
Cinco días después del terremoto y tsunami que asoló el noreste de Japón, Akihito realizó un insólito discurso por televisión y en abril viajó a la zona devastada con la emperatriz Michiko, de 77 años.
Akihito fue operado de un cáncer de próstata en 2003 y sufrió problemas de salud relacionados con el estrés a finales de 2008, incluyendo pulso irregular y una úlcera de estómago. El año siguiente la agencia oficial anunció que volvería a sus deberes oficiales, como dar discursos y recibir a dignatarios extranjeros.
En los últimos meses Akihito ha viajado hasta en cinco ocasiones con su esposa, la emperatriz Michiko, a las zonas del noreste de Japón arrasadas por el tsunami de marzo para reconfortar a los damnificados.
Esta semana a causa de la fiebre, el emperador canceló su compromiso de acudir a la asamblea nacional en Tokio de Inclusion Japan, una organización cívica volcada en los derechos de la gente con dificultades de aprendizaje.
Está previsto que mañana el príncipe heredero, Naruhito, sustituya a su padre en una ceremonia anual de entrega de premios en el Palacio Imperial. EFE
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