La Casa Real obvió las reglas de seguridad y protocolo de la última Cumbre Iberoamericana, celebrada en octubre en Paraguay, y ocultó a las organizadores "datos relevantes" sobre el estado de salud del rey.
La Casa Real obvió las reglas de seguridad y protocolo de la última Cumbre Iberoamericana, celebrada en octubre en Paraguay, y ocultó a las organizadores "datos relevantes" sobre el estado de salud del rey.
Según informa el sitio de información español El Confidencial, el rey Juan Carlos de España obvió las reglas de seguridad y protocolo de la última Cumbre Iberoamericana, celebrada el pasado mes de octubre en Asunción, y ocultó a las autoridades paraguayas los "datos relevantes" sobre su estado de salud.
La entrega de la ficha médica de todos los mandatarios asistentes a la 21ª edición de la cumbre era un requisito obligatorio para garantizar la atención sanitaria inmediata de aquéllos en caso de emergencia.
La decisión de la Casa Real de ocultar la ficha médica del Rey al comité organizador de la Cumbre Iberoamericana tampoco contribuye a disipar las crecientes dudas sobre su estado de salud. El Manual Operativo de la Cumbre, elaborado por las autoridades paraguayas y consensuado con las delegaciones de todos los países participantes, incluye un apartado en el que, bajo el epígrafe Fichas médicas, se afirma: "Los datos relevantes del estado de salud de los jefes de Estado y de Gobierno deberán ser remitidos a la Coordinación Ejecutiva para su adecuado tratamiento y previsión. La información de referencia recibirá un tratamiento de estricta confidencialidad".
Fuentes del Gabinete de Coordinación Ejecutiva y de la Secretaría de Coordinación de la cumbre de Asunción confirmaron a El Confidencial que la Casa de Su Majestad el Rey, a diferencia del resto de delegaciones, no entregó a las autoridades paraguayas la ficha médica del rey, como era preceptivo, pero aseguraron desconocer las razones de ese flagrante incumplimiento de las normas de seguridad.
Según el Manual Operativo, todas las actividades de la cumbre contaron con "el apoyo de unidades ambulatorias independientes", dotadas con "personal capacitado para rescate, estabilización y traslado en caso de emergencias".
El responsable de Comunicación de la Casa Real, Ramón Iribarren, reconoció que la Casa Real no entregó el historial médico del rey al comité organizador de la cumbre, circunstancia que atribuyó a que el equipo de facultativos que atiende habitualmente al monarca en su residencia oficial"olvidó rellenar la ficha médica" de Don Juan Carlos.
Iribarren aseguró que éste viajó a la capital paraguaya acompañado de su equipo médico de confianza, y añadió que, en cualquier caso, el jefe del Estado "goza de un buen estado de salud, más allá de ciertas dificultades para caminar o subir escaleras".
La salud del monarca se mantiene como un secreto de Estado y no hay ninguna legislación que obligue a informar sobre su estado físico, pero últimamente comenzó a hablarse de la salud del rey con más frecuencia, rompiéndose así uno de los últimos tabúes de la sociedad española.
Como reconoce Marc Carrillo, catedrático de Derecho Constitucional al diario El País, "la salud del Rey es una cuestión de Estado en una monarquía parlamentaria como la española, donde el Rey lo es de manera vitalicia”. "Al tratarse de una figura pública", agrega Carrillo, "debe de facilitarse información, sobre todo porque en la Constitución se contempla la posibilidad de que el Monarca abdique, entre otras causas, por su salud”.
La decisión de la Casa Real de ocultar la ficha médica del Rey al comité organizador de la Cumbre Iberoamericana tampoco contribuye a disipar las crecientes dudas sobre su estado de salud. El Manual Operativo de la Cumbre, elaborado por las autoridades paraguayas y consensuado con las delegaciones de todos los países participantes, incluye un apartado en el que, bajo el epígrafe Fichas médicas, se afirma: "Los datos relevantes del estado de salud de los jefes de Estado y de Gobierno deberán ser remitidos a la Coordinación Ejecutiva para su adecuado tratamiento y previsión. La información de referencia recibirá un tratamiento de estricta confidencialidad".
Fuentes del Gabinete de Coordinación Ejecutiva y de la Secretaría de Coordinación de la cumbre de Asunción confirmaron a El Confidencial que la Casa de Su Majestad el Rey, a diferencia del resto de delegaciones, no entregó a las autoridades paraguayas la ficha médica del rey, como era preceptivo, pero aseguraron desconocer las razones de ese flagrante incumplimiento de las normas de seguridad.
Según el Manual Operativo, todas las actividades de la cumbre contaron con "el apoyo de unidades ambulatorias independientes", dotadas con "personal capacitado para rescate, estabilización y traslado en caso de emergencias".
El responsable de Comunicación de la Casa Real, Ramón Iribarren, reconoció que la Casa Real no entregó el historial médico del rey al comité organizador de la cumbre, circunstancia que atribuyó a que el equipo de facultativos que atiende habitualmente al monarca en su residencia oficial"olvidó rellenar la ficha médica" de Don Juan Carlos.
Iribarren aseguró que éste viajó a la capital paraguaya acompañado de su equipo médico de confianza, y añadió que, en cualquier caso, el jefe del Estado "goza de un buen estado de salud, más allá de ciertas dificultades para caminar o subir escaleras".
La salud del monarca se mantiene como un secreto de Estado y no hay ninguna legislación que obligue a informar sobre su estado físico, pero últimamente comenzó a hablarse de la salud del rey con más frecuencia, rompiéndose así uno de los últimos tabúes de la sociedad española.
Como reconoce Marc Carrillo, catedrático de Derecho Constitucional al diario El País, "la salud del Rey es una cuestión de Estado en una monarquía parlamentaria como la española, donde el Rey lo es de manera vitalicia”. "Al tratarse de una figura pública", agrega Carrillo, "debe de facilitarse información, sobre todo porque en la Constitución se contempla la posibilidad de que el Monarca abdique, entre otras causas, por su salud”.
