Un reportaje de la televisión pública francófona belga ofrece testimonios que retratan al príncipe Laurent, el "enfant terrible" de la Casa Real del país, como un hombre avaro y agresivo con las mujeres.
"Questions à la Une" del canal RTBF dedica su emisión semanal a la figura del hijo menor de los reyes de Bélgica, en un reportaje del que se han avanzado varias escenas con testimonios anónimos y de otras personas que han decidido dar la cara y que rápidamente se han ganado la atención de los medios digitales del país.
Entre otras entrevistas, en el reportaje se recoge el testimonio de una antigua pareja del príncipe, Diane de Shaetzen, que si al poner fin a su relación dijo que había sido violada por Laurent ahora declara abiertamente que su alteza "trata mejor a sus animales que a las mujeres".
De Shaetzen habla en exclusiva para los periodistas de la RTBF y relata que su comportamiento "poco respetuoso" fue la razón principal por la que decidió poner fin al noviazgo.
Otro testimonio habla de la avaricia del príncipe y explica un episodio en el que el príncipe exigió un descuento en la factura de un restaurante, una prerrogativa que ejerce habitualmente "incluso si toma una pizza", apunta un hombre del entorno del príncipe.
Esa actitud de puño apretado también la muestra otro vídeo en el que se observa al príncipe Laurent ofreciéndose a pagar unos helados a unos niños para luego, disimuladamente, recuperar el billete de diez euros que había depositado en el mostrador, mientras la dependienta está a otra cosa.
No se trata del primer escándalo protagonizado por el hijo pequeño de Alberto II y Paola, que en 2010 fue abiertamente vetado de la fiesta nacional belga y excluido de la agenda oficial de la Casa Real.
El año pasado, Laurent decidió ir en visita extraoficial y sin informar a su padre a la República Democrática del Congo, un desplazamiento que el propio primer ministro Yves Leterme le había pedido que no realizara porque la Casa Real no es demasiado bien recibida en la antigua colonia belga.
A la prensa del país han saltado anteriormente otros escándalos sobre la figura del príncipe, como la retirada del carné de conducir por ir ebrio y con exceso de velocidad o su gusto por los casinos.
Su actitud ha llevado incluso al Parlamento belga a amenazarle con retirarle la dotación que le corresponde como miembro de la familia real.
En las navidades de 2006, el propio Alberto II, el monarca más longevo con 76 años, llamó al orden a su hijo para que enderezara su comportamiento durante el discurso tradicional de cada final de año.
Con formación militar y aficionado al buceo, Laurent, de 48 años, se casó por lo civil con la princesa Claire en 2003 y tiene tres hijos. EFE
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