27 de diciembre de 2011

Video | Felipe de Edimburgo salió del hospital


El duque de Edimburgo abandonó este martes el hospital donde fue operado de urgencia el viernes por una obstrucción coronaria.





El príncipe Felipe, de 90 años, esposo de la reina Isabel II de Gran Bretaña, apareció sonriente a bordo del vehículo que debía llevarlo a la residencia de Sandringham, donde los miembros de la familia real pasan las fiestas de fin de año y que está a unos 80 km de la clínica de Papworth (cerca de Cambridge, al este de Inglaterra).



"Su alteza real el duque de Edimburgo dejó el hospital de Papworth esta mañana. Regresa a Sandringham en coche", indicó el Palacio de Buckingham en un comunicado, agregando que quería "reunirse con su familia" y que agradeció al equipo del hospital los "excelentes cuidados que recibió durante su estancia".

El duque de Edimburgo, que sufría dolores en el pecho, fue transportado en helicóptero el viernes hasta la clínica, donde los cirujanos le colocaron un 'stent', un dispositivo que se inserta en la arteria para dilatarla y solucionar la obstrucción, una intervención que se lleva a cabo con anestesia local y que se desarrolló con "éxito", según Buckingham.

Este problema de la salud ha sido el más grave del príncipe consorte en casi 60 años. Este hombre robusto, que vive desde hace 64 años a la sombra de su esposa, es conocido por su franqueza y por su inagotable energía: a los 80 años, aún participaba en carreras de enganches.

Dirige unas 800 asociaciones y participa en todos los viajes oficiales. A pesar de haber reducido un poco sus obligaciones públicas desde mediados de año, a finales de octubre realizó un periplo de 11 días por Australia con la reina. Poco después tuvo que anular una visita a Italia a causa de un resfriado.

Por primera vez este año no pudo participar en las tradicionales celebraciones de Navidad con su familia en Sandringham, pero recibió en el hospital la visita de la reina, sus hijos y nietos.

La reina Isabel II y sus cuatro hijos estuvieron el sábado por la mañana en el hospital, en una manifestación de inquietud no habitual por parte de la familia real. En 2008, cuando el príncipe estuvo hospitalizado tres días por una infección, la reina no lo visitó.

El domingo, seis de sus ocho nietos fueron a visitarlo: el príncipe Guillermo, segundo en el orden de sucesión al trono, su hermano Enrique, así como las hijas del príncipe Andrés, Beatriz y Eugenia, y los hijos de la princesa Ana, Zara y Pedro.

El palacio de Buckingham había advertido el sábado de que la convalecencia del príncipe Felipe no modificaría el programa de Navidad de la familia real. AFP





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