La condesa de Wessex es ahora el blanco de feroces críticas, de parte de algunos políticos británicos, por haber aceptado un juego de valiosas como regalo del rey Hamad de Bahrein en una visita oficial en diciembre. El pequeño reino viene recibiendo, desde hace meses, severos reproches de organismos internacionales por las torturas y la "fuerza excesiva" con que ha reprimido las revueltas antigubernamentales.
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