Desastres naturales, muertes y desgracias son popularmente atribuidas a varios presidentes mundiales, de ayer y hoy. Desde el líder Simón Bolívar hasta Barack Obama, pasando por Sebastián Piñera: los presidentes de la mala suerte...
Desastres naturales, muertes y desgracias son popularmente atribuidas a varios presidentes mundiales, de ayer y hoy. Desde el líder Simón Bolívar hasta Barack Obama, pasando por Sebastián Piñera: los presidentes de la mala suerte...
Uno de los terremotos más grandes de la historia, un tsunami devastador, la tragedia de 33 mineros sepultados vivos, incendios, volcanes en cruel actividad... No es casual que el colectivo imaginario chileno adjudique estos y otros episodios de su reciente historia a Sebastián Piñera.
Estos eventos desafortunados quedaron grabados a fuego en el recuerdo de la república vecina, relacionándolos con el millonario empresario que se convirtió en presidente en 2010, sobre una tierra que aún temblaba bajo sus pies.
Cuando un internauta empieza a escribir la palabra "Piñera" en Google, inmediatamente entre las opciones automáticas que el buscador ofrece para completar la frase, aparece la palabra "mufa".
"Definitivamente el presidente Sebastián Piñera tiene muy mala suerte", titulaba un periódico chileno. "No hay dudas, la mala suerte persigue la mandatario... esperemos que no por mucho tiempo, por el bienestar de todos".
Muchos chilenos supersticiosos, y otros no tanto, le adjudican al mandatario el poder de a traer cualquier desgracia. Incendios en bosques y en una cárcel, la muerte de un famoso conductor de TV en un accidente de aviación, les hacen pensar esto. A pesar de que el presidente no tuvo nada que ver.
En Argentina pasa lo mismo. Así como se cree que pisar excremento es de "mala suerte", se cree que pronunciar el nombre completo del expresidente Carlos Saúl Menem acarreará alguna desgracia.
Recordemos a aquel presidente de mesa electoral que, en las últimas elecciones apareció en una foto tocándose un testículo mientras estrechaba la mano al expresidente para saludarlo. Y se dice que lo mismo hizo el expresidente Néstor Kirchner en el Congreso cuando Ménem asumió como senador. Para ahuyentar la mala suerte.
En Estados Unidos, el canal CBS Sports recomendó a los deportistas, de cualquier disciplina, "escapar de los saludos" del presidente Barack Obama, ya que la historia reciente indica que traen mala suerte. “¿Obama maldijo a los Eagles?”, fue la encuesta que lanzó el canal deportivo, y el 61% de los seguidores de ese equipo dijo que sí.
Según el sitio británico BBC Mundo el adjudicar el infortunio a los gobernantes no es una marca registrada sudamericana, así como tampoco una simple "creencia popular". Según la rectora de la Escuela de Psicología Social del Sur de EE.UU., Glady Adamson, aquellas creencias están firmemente arraigadas en la historia y el presente de un pueblo.
Según Adamson, "la idea del presidente ‘mufa’ no es cuestión de políticas o factores nacionales o internacionales. Es que acceder a las razones profundas de por qué el país vive una crisis es complicado. Y no es que la persona huye, es que se trata de encontrar una explicación causal". Se trata de "la necesidad de simplificar la realidad" y hallar una causa.
Estos eventos desafortunados quedaron grabados a fuego en el recuerdo de la república vecina, relacionándolos con el millonario empresario que se convirtió en presidente en 2010, sobre una tierra que aún temblaba bajo sus pies.
Cuando un internauta empieza a escribir la palabra "Piñera" en Google, inmediatamente entre las opciones automáticas que el buscador ofrece para completar la frase, aparece la palabra "mufa".
"Definitivamente el presidente Sebastián Piñera tiene muy mala suerte", titulaba un periódico chileno. "No hay dudas, la mala suerte persigue la mandatario... esperemos que no por mucho tiempo, por el bienestar de todos".
Muchos chilenos supersticiosos, y otros no tanto, le adjudican al mandatario el poder de a traer cualquier desgracia. Incendios en bosques y en una cárcel, la muerte de un famoso conductor de TV en un accidente de aviación, les hacen pensar esto. A pesar de que el presidente no tuvo nada que ver.
En Argentina pasa lo mismo. Así como se cree que pisar excremento es de "mala suerte", se cree que pronunciar el nombre completo del expresidente Carlos Saúl Menem acarreará alguna desgracia.
Recordemos a aquel presidente de mesa electoral que, en las últimas elecciones apareció en una foto tocándose un testículo mientras estrechaba la mano al expresidente para saludarlo. Y se dice que lo mismo hizo el expresidente Néstor Kirchner en el Congreso cuando Ménem asumió como senador. Para ahuyentar la mala suerte.
En Estados Unidos, el canal CBS Sports recomendó a los deportistas, de cualquier disciplina, "escapar de los saludos" del presidente Barack Obama, ya que la historia reciente indica que traen mala suerte. “¿Obama maldijo a los Eagles?”, fue la encuesta que lanzó el canal deportivo, y el 61% de los seguidores de ese equipo dijo que sí.
Según el sitio británico BBC Mundo el adjudicar el infortunio a los gobernantes no es una marca registrada sudamericana, así como tampoco una simple "creencia popular". Según la rectora de la Escuela de Psicología Social del Sur de EE.UU., Glady Adamson, aquellas creencias están firmemente arraigadas en la historia y el presente de un pueblo.
Según Adamson, "la idea del presidente ‘mufa’ no es cuestión de políticas o factores nacionales o internacionales. Es que acceder a las razones profundas de por qué el país vive una crisis es complicado. Y no es que la persona huye, es que se trata de encontrar una explicación causal". Se trata de "la necesidad de simplificar la realidad" y hallar una causa.
"Accidentes o desastres naturales están prácticamente fuera del alcance de cualquier control y eso puede generar mucha incertidumbre", dice una investigación de científicos canadienses.
"Entonces al creer en la suerte, el individuo puede estar buscando mantenerse optimista aún cuando sabe que es imposible tener control sobre ciertas cosas en su vida". En busca de respuestas, el inconsciente popular apunta a la persona más influyente.
De acuerdo a este informe, varios historiadores venezolanos recuerdan cómo a Simón Bolívar se lo tachó de "portador de mala suerte" cuando en el primer año de las guerras de Independencia contra España ocurrió un terremoto que dejó decenas de miles de muertos.
De acuerdo a este informe, varios historiadores venezolanos recuerdan cómo a Simón Bolívar se lo tachó de "portador de mala suerte" cuando en el primer año de las guerras de Independencia contra España ocurrió un terremoto que dejó decenas de miles de muertos.
Más cercanos en tiempo y espacio, tenemos los argentinos al presidente José Figueroa Alcorta, el presidente del Centenario, a quien las crónicas de la época otorgaron el apodo de "el Jettatore", basados en una popular obra teatral que describía la "fatídica influencia magnética" de uno de sus personajes.
Los historiadores cuentan que los funcionarios de Figueroa Alcorta llevaban amuletos para "tocar fierro" o "tocar madera" y ahuyentar la desgracia.
Llegó al poder tras la muerte de Manuel Quintana, el primer presidente fallecido en ejercicio de sus funciones. Ese mismo año (1906), fue a la boda del rey Alfonso XIII de España, ceremonia marcada por un ataque con una bomba que provocó muchos muertos y heridos.
A su presencia se atribuían las tormentas e inundaciones o las sequías, y sus colaboradores evitaban viajar con él en el mismo tren, por miedo a un descarrilamiento. Sus visitas a determinadas poblaciones nunca eran bienvenidas, porque se consideraba que luego vendría alguna desgracia.
En el caso de Menem, cuenta una leyenda que, en 1989, le dio una palmada en el brazo al actual gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, para desearle suerte en una competencia náutica. Durante la misma, un accidente impidió no sólo que Scioli ganase sino que además perdió el brazo que antes le había tocado Menem.
Uno de los casos más actuales y curiosos es el que protagoniza la república de Nigeria, donde la prensa empezó a decir que su presidente da "mala suerte" por los problemas que comenzó a tener el país africano. La eliminación de importantes subsidios creó un malestar popular que se tradujo en manifestaciones violentas estos últimos días.
A su presencia se atribuían las tormentas e inundaciones o las sequías, y sus colaboradores evitaban viajar con él en el mismo tren, por miedo a un descarrilamiento. Sus visitas a determinadas poblaciones nunca eran bienvenidas, porque se consideraba que luego vendría alguna desgracia.
En el caso de Menem, cuenta una leyenda que, en 1989, le dio una palmada en el brazo al actual gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, para desearle suerte en una competencia náutica. Durante la misma, un accidente impidió no sólo que Scioli ganase sino que además perdió el brazo que antes le había tocado Menem.
Uno de los casos más actuales y curiosos es el que protagoniza la república de Nigeria, donde la prensa empezó a decir que su presidente da "mala suerte" por los problemas que comenzó a tener el país africano. La eliminación de importantes subsidios creó un malestar popular que se tradujo en manifestaciones violentas estos últimos días.
"¿Todavía tiene buena suerte el pais? No, en absoluto", dice Nnamdi Obasi, director del Grupo África Segura. "Había muchas esperanzas sobre él y su candidatura. La gente sintió la necesidad de romper con el pasado, querían a alguien que no formara parte del conjunto de gobernantes, que podría aportar nuevas ideas. Con el tiempo, mucho de este sentimiento se ha disipado".
Curiosamente el mandatario nigeriano se llama Goodluck: "Buena suerte", en inglés. Su nombre lo eligió su padre porque, como lo explicó él mismo, "aunque la vida era difícil para mí cuando él nació, yo tenía la sensación de que este niño me traería buena suerte".
Darío Silva D'Andrea
