En la tradicional recepción al cuerpo diplomático, la princesa de Asturias, doña Letizia, se sintió contrariada después de que el encargado de Negocios de la República Democrática del Congo, Oscar Matondo, se diera la vuelta cuando iba a saludarla.
Tras saludar al príncipe Felipe, el diplomático se acercó a la princesa y estiró el brazo con intención de estrecharla, pero en el último momento, se arrepintió y dio la espalda a la princesa, quien hizo un gesto de resignación a los medios.
Fuentes de la Casa Real han restado importancia al incidente y lo tachan de un ‘lapsus’ por los nervios. Algunos medios españoles tildan de "ridícula" la explicación de Casa Real, que calificó el suceso como “un error fruto de los nervios”.
Martondo afirmó que no quiso desairar a la princesa Letizia retirando su mano del saludo en la recepción al Cuerpo Diplomático sino que achacó este "incidente banal" a un "error de comunicación" y a un "un malentendido con el idioma"
Cuando finalizó el besamanos, miró hacia los encargados de Protocolo y le hicieron la señal de que continuara. Extrañado, le preguntó al encargado de Camerún, quien le dijo que a él sí lo había saludado. Entonces se percató de su error, según informa Europa Press.
Finalmente, el jefe de la misión del Congo se mostró "frustrado y extrañado" por la repercusión en la prensa española, hecho que le obligó a comunicárselo a su país y quiso aclarar que en su país saludan perfectamente a las mujeres, "que son sus compañeras, sus madres y sus hermanas".
Algo similar ha ocurrido con el embajador de Irán, Morteza Saffari Natanzi, que tampoco ha saludado a la reina ni a la princesa de Asturias, aunque sí estrechó la mano del rey don Juan Carlos y el príncipe. Los representantes del régimen de Teherán no tocan públicamente a las mujeres.