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El emperador de Japón, Akihito, de 78 años de edad, fue operado con éxito este sábado, cuando se le colocó un 'bypass' cardíaco, mientras miles de personas expresaban su preocupación por la salud de este miembro de una de las más antiguas dinastías reinantes del planeta.
"La operación se realizó sin problemas", declaró uno de los cirujanos, Minoru Ono, en rueda de prensa. La intervención, con anestesia total y que duró cuatro horas, comenzó a las 10.00 de la mañana, hora local (01.00 GMT), a cargo de un equipo médico de ese mismo centro y del hospital universitario de Juntendo.
"La presión arterial es correcta. No hay hemorragia. Su estado de salud corresponde a lo que se tenía previsto", añadió Ono, para quien el emperador podrá ser dado de alta dentro de un par de semanas.
La cirugía tuvo el objetivo de reparar dos o tres arterias coronarias que se han estrechado, utilizando un vaso sanguíneo de otra parte de su cuerpo, lo cual es rutinario en este tipo de operaciones.
Con esta operación, realizada después de que exámenes médicos mostraran una constricción de las arterias de Akihito, se procura "mantener y mejorar la vida diaria de Su Majestad", había explicado antes de la intervención un portavoz del Palacio Imperial.
Una vez concluida la operación, el emperador Akihito, de 78 años, fue transferido a una unidad de cuidados intensivos. Los médicos ofrecerán una rueda de prensa para explicar los resultados. Su esposa, la emperatriz Michiko, de 77 años, pasó la noche en el hospital y permanecerá en el centro hasta que concluya la operación.
En el Palacio Imperial de Tokio se colocó un libro especial en el que miles de japoneses escribieron mensajes de buenos deseos dirigidos a Akihito, pero el emperador no acepta regalos o flores, ya que se lo prohíbe la Constitución.
El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, invitó a la población a "rezar con todo su corazón por la salud del emperador".
Desde hoy y durante todo el proceso postoperatorio, que podría durar dos semanas si no hay complicaciones, su primogénito y príncipe heredero al Trono del Crisantemo japonés, Naruhito, despachará las actividades oficiales de su padre.
La semana pasada, Akihito se sometió a pruebas cardiacas que convencieron a los médicos de realizar esta operación. El emperador ocupó su habitación privada reservada en el piso 14 del centro y comenzó el preoperatorio de la intervención de mañana, detalló NHK.
Al emperador se le detectó un estrechamiento de una de las arterias coronarias. La operación la llevará a cabo un equipo médico de los hospitales universitario de Tokio y de Juntendo, precisará de anestesia total y está previsto que dure alrededor de cinco horas.
La cirugía de revascularización coronaria, con la que se pretende aumentar el flujo sanguíneo en el músculo cardíaco, es muy frecuente en Japón, y en el 98 por ciento de los pacientes no presenta complicaciones, según la Asociación Japonesa de Cirugía Torácica.
Tras la operación, la primera a la que se somete el emperador desde que en 2003 fuera intervenido de un cáncer de próstata, el equipo médico ofrecerá una rueda de prensa.
A Akihito, emperador de Japón desde 1989, que sufrió en 2008 una hemorragia estomacal que le obligó a aligerar su agenda, le fue diagnosticada el año pasado una arteriosclerosis coronaria.
Según datos de la Casa Imperial, en 2011 el emperador visitó en siete ocasiones las zonas afectadas por el tsunami de marzo, realizó cerca de 49 visitas oficiales, despachó unos 950 documentos y asistió al nombramiento de los ministros del Gobierno.
Akihito asumió en 1989, tras la muerte de su padre, Hirohito, a los 87 años.
En marzo de 2011, después de que la costa nordeste de Japón sufriera un fuerte seísmo seguido por un devastador tsunami, el actual emperador apareció por primera vez desde que sucedió a Hirohito en las televisiones de su país para enviar "un mensaje a los damnificados".
Tras el terremoto de Kobe en 1995, en el que murieron unas 6.400 personas, se había limitado a redactar un texto.
La dinastía imperial remonta a 2.600 años, según la mitología que presenta a los emperadores de Japón como los descendientes de la diosa del Sol Amaterasu. Los historiadores sitúan el inicio del linaje en el siglo VII después de Cristo.
La japonesa es la familia reinante más antigua del mundo y, en virtud de una ley de 1889, sólo pueden subir al trono los hombres. Antes habían reinado en el archipiélago algunas emperatrices, hasta Go-Sakuramachi, la última mujer que ocupó el trono del Crisantemo, entre 1762 y 1771.
El emperador Akihito, de voz suave y carácter amable, no tiene poder político pero es extremadamente popular entre el pueblo japonés, el cual lo considera un símbolo de la nación. Frecuentemente es visto jugando tenis, disfrutando de la música y realizando paseos a pie con su esposa, Michiko.