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Los tabloides británicos lo dan por hecho e incluso hablan de "inminente boda": la hermana de Catherine, duquesa de Cambridge, sería nuevamente novia de un riquísimo heredero de la aristocracia británica.
Esto dicen los diarios The Sun y The Daily Mail, que aseguran que la popular Pippa Middleton, convertida en toda una celebridad desde el casamiento de su hermana, inició un romance con su viejo amigo de universidad George Percy, conde de Hogwarts, hijo y heredero del riquísimo duque de Northumberland.
"George está completamente enamorado de ella", comentó un amigo de él al diario The Sun.
Tal es la popularidad de Pippa, que la noticia encontró eco rápidamente en más de 30 medios informativos de todo el mundo, incluyendo USA Today, CBS News, el New York Post, Telegraph y The Times of India.
Percy, de 27 años, es hijo de uno de los aristócratas más ricos del Reino Unido -su fortuna se estima en más de 350 millones de euros- y entre sus numerosas propiedades se cuenta el castillo Alnwick, mágico escenario de la escuela Hogwarts en la saga cinematográfica de «Harry Potter».
Alnwick es conocido como el "Windsor del Norte" y los Percy se consideran una especie de "familia Real" escocesa. Su riqueza está estimada en torno a los 300 millones de libras e incluye más de 100.000 acres de tierra, así como una finca en Surrey y Syon Park en Londres.
Percy, de 27 años, es hijo de uno de los aristócratas más ricos del Reino Unido -su fortuna se estima en más de 350 millones de euros- y entre sus numerosas propiedades se cuenta el castillo Alnwick, mágico escenario de la escuela Hogwarts en la saga cinematográfica de «Harry Potter».
Alnwick es conocido como el "Windsor del Norte" y los Percy se consideran una especie de "familia Real" escocesa. Su riqueza está estimada en torno a los 300 millones de libras e incluye más de 100.000 acres de tierra, así como una finca en Surrey y Syon Park en Londres.
El abolengo del joven conde se remonta hasta la Edad Media, cuando sus antepasados servían al rey Guillermo el Conquistador, que inauguró en 1066 la línea dinástica que llega hasta nuestros días con la reina Isabel II.