Los gastos de la República Francesa duplican a los de la monarquía británica.
Los gastos de la República Francesa duplican a los de la monarquía británica.
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La presidencia de Francia, con Nicolas Sarkozy al frente, cuesta a los contribuyentes franceses unos US$ 150 millones. Este dato puede ser hallado en el nuevo libro del diputado socialista René Dosière El dinero del Estado, donde su autor denuncia el "monárquico tren de vida" del mandatario. Sus gastos superaran en US$ 80 millones el costo anual de la Casa Real británica, la más cara y pomposa de Europa.
En el libro, Dosière denuncia el despilfarro de Nicolas Sarkozy que -señala el autor- gasta unos US$ 16.000 al día en comida, US$ 660 mil en mantenimiento de sus 121 vehículos, o el uso indiscriminado de su lujoso Airbus A330 (bautizado como "Air Sarko One"), que supone para el erario público un gasto de US$ 360 millones.
El diputado hace notar que Sarkozy nunca aprendió separar entre las cuentas públicas de las privadas. Un ejemplo fue el operativo para repatriar, a bordo del avión militar presidencial "Falcon", al hijo mayor de Sarkozy, que fue hospitalizado de urgencia en Ucrania. El viaje costó cerca de US$ 56.000, de los cuales 44.000 fueron financiados con dinero público.
"El dinero del Estado" destaca la triplicación de los coches oficiales desde 2007, año del ascenso de Sarkozy a la Presidencia. Desde entonces, Sarkozy vuela unas 24 horas semanales, el doble que su antecesor, Jacques Chirac. Otro dato curioso es la cuadruplicación del gasto destinado a encuestas y sondeos: US$ 2,2 millones anuales.
Sarkozy suele invitar a periodistas o personajes del mundo de la cultura a almorzar en el salón de embajadores del Palacio del Elíseo, donde se sirve siempre una comida típica, “clásica, ligera, refinada”. Los vinos finos servidos en estas recepciones pertenecen a la bodega presidencial, que cuenta con más de 13.000 botellas.
Una "garden party" para conmemorar el 14 de julio puede llegar a costar US$ 920.000, mientras que -en 2008- la recepción que reunió a 43 jefes de Estado en el imponente Grand Palais con motivo de la Cumbre del Mediterráneo, tuvo un costo de US$ 22 millones. Es decir que cada minuto de la recepción costó US$ 77.000.
Pero el libro va más allá de Sarkozy, y el autor también desmenuza los gastos del gobierno francés: "No conoce la crisis", afirma Dosière al tiempo que informa que cada ministerio cuesta al Estado US$ 22,5 millones anuales y algunos departamentos como Defensa o Asuntos Europeos aumentaron el año pasado los sueldos de sus altos cargos en un 24 % y un 55 %, respectivamente.
En el libro, Dosière denuncia el despilfarro de Nicolas Sarkozy que -señala el autor- gasta unos US$ 16.000 al día en comida, US$ 660 mil en mantenimiento de sus 121 vehículos, o el uso indiscriminado de su lujoso Airbus A330 (bautizado como "Air Sarko One"), que supone para el erario público un gasto de US$ 360 millones.
El diputado hace notar que Sarkozy nunca aprendió separar entre las cuentas públicas de las privadas. Un ejemplo fue el operativo para repatriar, a bordo del avión militar presidencial "Falcon", al hijo mayor de Sarkozy, que fue hospitalizado de urgencia en Ucrania. El viaje costó cerca de US$ 56.000, de los cuales 44.000 fueron financiados con dinero público.
"El dinero del Estado" destaca la triplicación de los coches oficiales desde 2007, año del ascenso de Sarkozy a la Presidencia. Desde entonces, Sarkozy vuela unas 24 horas semanales, el doble que su antecesor, Jacques Chirac. Otro dato curioso es la cuadruplicación del gasto destinado a encuestas y sondeos: US$ 2,2 millones anuales.
Sarkozy suele invitar a periodistas o personajes del mundo de la cultura a almorzar en el salón de embajadores del Palacio del Elíseo, donde se sirve siempre una comida típica, “clásica, ligera, refinada”. Los vinos finos servidos en estas recepciones pertenecen a la bodega presidencial, que cuenta con más de 13.000 botellas.
Una "garden party" para conmemorar el 14 de julio puede llegar a costar US$ 920.000, mientras que -en 2008- la recepción que reunió a 43 jefes de Estado en el imponente Grand Palais con motivo de la Cumbre del Mediterráneo, tuvo un costo de US$ 22 millones. Es decir que cada minuto de la recepción costó US$ 77.000.
Pero el libro va más allá de Sarkozy, y el autor también desmenuza los gastos del gobierno francés: "No conoce la crisis", afirma Dosière al tiempo que informa que cada ministerio cuesta al Estado US$ 22,5 millones anuales y algunos departamentos como Defensa o Asuntos Europeos aumentaron el año pasado los sueldos de sus altos cargos en un 24 % y un 55 %, respectivamente.
Darío Silva D'Andrea
