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Alejado de su fama de vividor, Kim Jong-nam, el primogénito del fallecido dictador norcoreano Kim Jong-il, revela algunos secretos del régimen comunista en un libro sobre su vida que bate récords en Japón.
En unas 250 páginas, el libro Mi padre Kim Jong-il y yo, del periodista nipón Yoji Gomi, revela algunas intrigas que rodean a la dinastía Kim, una de las familias más misteriosas del mundo, a través de la mirada de un Kim Jong-nam alejado de la imagen de crápula instaurada en los medios.
La obra contiene el material de tres entrevistas personales y unos 150 correos electrónicos en los cerca de siete años de relación entre el periodista y el primogénito y ha vendido unas 100.000 copias en Japón desde que salió a la venta el pasado viernes.
En una multitudinaria conferencia en el Centro de la Prensa Extranjera de Tokio, Gomi aseguró hoy que el hijo mayor de Kim Jong-il es una persona sensata, inteligente y preocupada por el devenir y la precaria situación de los ciudadanos de su hermético país.
Fruto del matrimonio entre el dictador y su primera concubina, la actriz Song Hye-rim, Kim Jong-nam emigró a China en 1995 y vive entre Pekín y Macao, donde se siente feliz, no por su afición a los casinos, como se especulaba, sino porque "le encanta vivir con gran libertad", según Gomi.
En su retiro, amparado por Gobierno chino y ocupado en la inversión de fondos, vive permanentemente rodeado de gente que o bien lo controla o bien vela por su seguridad, una situación que se ha intensificado tras la muerte de su padre y ante los rumores de su posible candidatura al poder, afirmó el periodista.
Tras la muerte de Kim Jong-il el 17 de diciembre, su hijo menor, Kim Jong-un, de apenas 30 años, fue nombrado nuevo "líder supremo", aunque para su hermanastro mayor no es más que una "figura simbólica" controlada por las elites del régimen comunista.
En este sentido, en el libro critica el sistema de sucesión hereditaria de Corea del Norte, donde siempre ha gobernado la dinastía Kim, algo en lo que -según Kim Jong-nam- ni siquiera su padre estaba de acuerdo.
"El sistema hereditario no encaja con el socialismo, y mi padre estaba en contra de esto también", señala en el texto, y remata: "Es difícil aceptar la sucesión con una tercera generación si uno tiene sentido común".
El autor no quiso ofrecer muchos detalles de la vida privada de Jong-nam, aunque sí destacó que le sorprendió la velocidad y cantidad de whisky que pudo llegar a beber en uno de sus encuentros.
El mayor de los Kim reveló a Gomi que, a pesar de que en sus informaciones Pyongyang "vende" una sociedad devota con el comunismo, los jóvenes norcoreanos están más interesados en la moda y la música de la vecina Corea del Sur, enemigo "capitalista" del Norte.
Pese a vivir lejos de Pyongyang, ciudad a la que no regresó ni siquiera por las exequias de su padre, el hijo del dictador mantiene el contacto con el régimen y hablaba con Kim Jong-il en ocasiones por teléfono, aseguró el periodista nipón.
Aunque su contacto se deterioró con los años y la distancia, en su infancia había sido muy querido por su padre, hasta el punto de que un día éste le llevó a su despacho, le mostró su silla y le dijo: "Es tu asiento", detalla el libro.
Más tarde, cuando Kim Jong-il le envió a Suiza para estudiar, recuerda cómo ambos lloraron al despedirse, aunque su viaje a Europa marcó un punto de inflexión en su relación y desde ese momento nada volvió a ser igual.
"Mientras yo estaba allí nacieron mis otros hermanos de otra madre", entre los que se encontraba Kim Jong-un, "y el amor de mi padre -explica en la obra- se fue hacia a ellos", mientras su madre, abandonada por el dictador, se marchó a Moscú a ser tratada de depresión en una clínica en la que moriría años más tarde.
Según el libro, en Suiza el joven primogénito creció en la mentalidad capitalista y cuando regresó a Corea del Norte su padre se mostró preocupado por su actitud. "Seguramente yo no cumplí su expectativas", afirma.
Kim Jong-nam, quien se cree que tiene unos 40 años, perdió definitivamente el favor de su padre cuando en 2001 fue detenido en un aeropuerto de Tokio con un pasaporte dominicano falso que pretendía usar para entrar en Japón y supuestamente visitar el parque Disneyland.
Para el hijo del dictador ser interceptado en Japón fue una experiencia "nada placentera", aunque, según él, en ese momento era bastante común que los norcoreanos intentaran viajar al extranjero con pasaporte falso. EFE