28 de abril de 2012

Guillermo y Kate celebran su primer aniversario de boda

GRAN BRETAÑA | El biógrafo Andrew Morton asegura que «si Kate no está embarazada en los próximos nueve meses, desafiará 200 años de tradición real».


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El príncipe Guillermo de Inglaterra y su esposa Catalina, duques de Cambridge, celebran el domingo su primer aniversario de boda en la cima de su popularidad, mientras el país continúa esperando un heredero.

La pareja superó sin tropiezos en el Reino Unido y en el extranjero el año transcurrido desde su boda de cuento de hadas del 29 de abril de 2011, y según un experto en temas de realeza, Robert Jobson, "salvó la imagen de la monarquía en el imaginario popular".

Pero sus admiradores siguen esperando la noticia de un embarazo de la hasta hace poco Kate Middleton que no parece llegar.

El biógrafo Andrew Morton dijo hace un año a la AFP que "si Kate no está embarazada en los próximos nueve meses, desafiará 200 años de tradición real".

Pero el segundo en la línea de sucesión a la Corona británica y su esposa, que contrajeron matrimonio tras ocho largos años de noviazgo, han dejado claro desde el principio que no están sujetos a ningún calendario oficial.

"Guillermo dijo que haría las cosas a su ritmo", señaló Jobson a la AFP.

"Pero estoy seguro de que Kate, con 30 años, quiere fundar una familia tan pronto como sea posible. Ha estado con este hombre durante ocho años de su vida y está claramente enamorada de él", agregó.

La prensa británica, que no ha dejado de especular sobre el asunto, no desperdició la oportunidad de publicar este viernes una foto de Guillermo con un bebé en brazos en una gala benéfica, y de describir la tierna sonrisa que Catalina le prodigó al pequeño.

La pareja, que ha tenido un año agitado, celebrará su aniversario "en privado", según el palacio.

Desde su boda, los ahora Duques de Cambridge llevaron a cabo una exitosa gira por Canadá y California, se reunieron con el presidente de Estados Unidos Barack Obama y su esposa Michelle, y congregaron muchedumbres en cada una de sus apariciones.

Pese a no ser excesivamente carismáticos, Guillermo y sobre todo Catalina copan regularmente portadas de prensa, y no sólo de la del corazón. "Los dos son guapos, y además está el factor Diana", la fallecida madre de Guillermo considerada como 'la princesa del pueblo', señala Robert Johnson resumiendo lo que piensan la mayoría de los periodistas.

Catalina incluso se hizo un lugar, junto con su hermana Pippa, en la prestigiosa lista de las 100 personalidades más influyentes de la revista estadounidense Time.

La ex plebeya de ancha sonrisa no es todavía realmente en un ícono de moda, puesto que su estilo elegante pero tal vez demasiado clásico divide a los expertos, pero la ropa que se compra en las tiendas se agota de inmediato.

La familia real, que aprendió las lecciones de la tragedia de Diana, la acogió con los brazos abiertos. Catalina ha aparecido en dos ocasiones en actos con la reina Isabel II, quien según la prensa ha escrito a la pareja para agradecerles por su trabajo.

En estos 12 meses, sin embargo, el matrimonio ha pasado menos tiempo junto de lo que hubiese querido, sobre todo debido a la misión de casi siete semanas que efectuó el príncipe Guillermo en febrero y marzo pasado en las islas Malvinas, como piloto de helicópteros de búsqueda y rescate.

Catalina aprovechó esta separación para cumplir con sus primeros compromisos en solitario, antes de asumir un mayor protagonismo con su esposo en los actos por el 60 aniversario de la ascensión al trono de Isabel II, que les llevarán de nuevo de gira, esta vez por Singapur, Malasia, Tuvalu y las islas Salomon.

La pareja abandonará en 2013 la casa de Gales donde llevan una vida normal cerca de la base aérea donde trabaja Guillermo, para instalarse en un gran apartamento en el palacio de Kensington, en el centro de Londres, lo que debería ponerles aún más bajo los focos e incrementar la presión del heredero.

Sus detractores los consideran "sosos", comparado sobre todo con el hermano menor de Guillermo, Enrique, que derrocha simpatía y espontaneidad allá donde va, como demostró durante su reciente viaje al Caribe y a Brasil.

"No quieren tener ningún tropiezo y son muy prudentes, a lo mejor demasiado", les excusa sin embargo Jobson. "Saben que el futuro de la monarquía reposa sobre sus hombros".   
Coronas Reales / Afp

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