26 de junio de 2012

Infografía | La octogenaria línea sucesoria de la dinastía Al-Saud ensombrece el futuro de Arabia Saudita

Todos los puestos clave del reino están en manos de la primera generación, pero cada vez son más los príncipes jóvenes que ascienden a la cúpula del poder. 






El casi nonagenario rey Abdallah de Arabia Saudita, de 88 años, tiene un heredero de casi ochenta años, el príncipe Salman bin Abdulaziz. Sus dos anteriores príncipes herederos -y hermanastros suyos, Sultan y Nayef- murieron en el lapso de los últimos 8 meses, y otro potencial heredero a la Corona, Ahmed, Ministro del Interior, tiene 71 años. Una línea sucesoria que genera mucha sorpresa en Occidente.

Aunque Arabia Saudita carece de constitución, la Ley Básica de 1992 hace las veces de norma fundamental, y allí se recoge la línea sucesoria. En ese texto se establece que la “forma de Estado es la monarquía” (art. 5.a) y que está “limitada a los hijos del fundador del Estado, el rey Abdelazziz ibn Saud y sus hijos, y los hijos de sus hijos” (art.5b.).

Existe un Consejo de la Lealtad formado por hermanos y hermanastros que designa al sucesor. Creado en el año 2007 por el rey, la Baiya está compuesto por 35 descendientes del fundador de Arabia Saudita (presidido por el más anciano de los hijos vivos de Abdulaziz, el príncipe Mishaal) y fue establecido para organizar el traspaso del poder dentro de la familia Al-Saud.

Aunque este rey tiene que presentar a su aspirante ante la Baiya, no está obligado a cumplir los dictámenes de ese órgano, que sin embargo, si tendrán que ser cumplidos por los futuros monarcas del reino.

Más de 30 hijos herederos


El rey fundador Abdulaziz, de quien se estima que tuvo más de 40 hijos con varias mujeres, murió en 1953. Comenzó entonces el desfile por el trono de sus hijos, la mayoría de los cuales, sobrepasan ahora los 70 años. Hasta ahora lo que se ha hecho es mantener la tradición de que sean los hijos del fundador del reino los que asuman la corona y mantengan los principales puestos de poder. 

Muchos de ellos nacieron en los años 50, y algunos en los años 30 o los años 40. Y eso es un factor de inestabilidad permanente, porque casi todos los monarcas llegan con una edad bastante avanzada, con lo cual los mandatos son relativamente breves, sobre todo en los últimos años.

El petrorreino tiene la curiosa particularidad de ser el único país del mundo que lleva por apellido, el nombre de la familia que lo fundó. La regla deja poco espacio para cuestionar la legitimidad. “El régimen recibe su poder del Sagrado Corán y la Sunna del Profeta, que es la regla que rige las otras leyes estatales”, establece en su artículo 7.

Pero, además, dentro de la misma familia, hay ramas más poderosas y menos. Abdulaziz se casó con varias mujeres, y hay ramas muy poderosas, como la de los Sudayris, la del rey Fahd, que acumula más privilegios, recursos y protagonismo político. Y algunas son más conservadoras, otras más aperturistas, y este también es un elemento a tener en cuenta.


El problema podría plantearse a la hora de que finalicen la línea sucesora de hermanos, esto podría en el futuro generar alguna que otra rivalidad interna, aunque podría ser lo más probable que se elija al hijo del que fue primer sucesor del rey Abdulaziz.

Aunque elegido para ocupar el puesto de heredero fue el príncipe Salman, de 76 años, actual ministro de Defensa y ex Gobernador de Riad, la nueva generación real ya está tocando a las puertas, la de los nietos del rey Abdulaziz. 

Todos los puestos clave del reino están en manos de la primera generación, pero cada vez son más los príncipes jóvenes que ascienden a la cúpula del poder. Algunos como Bandar bin Sultan, que fue embajador en estados Unidos, ocupa actualmente el puesto de Secretario general del Consejo de Seguridad Nacional de Arabia Saudita. 

Su hermano Jaled bin Sultan es viceministro de la Defensa. Mientras que otros como el príncipe Mohamad bin Fahdbin Anbulaziz, que ocupó un alto cargo en el ministerio del Interior, es hoy Gobernador de la provincia oriental. 

El hijo del rey, Abdulaziz bin Abdallah es viceministro de Asuntos Exteriores y consejero especial del soberano, y sus hermanos Mitaab, Comandante de la Guardia Nacional, y Mishaal, Gobernador de la región fronteriza con Yemen.


La dinastía que creó un país

La dinastía surgió en 1735 a manos de Mohammad ibn Saud, entonces Emir de la región arábiga Al Diriya, quien selló una estrecha alianza con el importante clérigo fundamentalista suní Muhammad ibn Abd al-Wahab. Desde entonces, entre conquistas otomanas y reconquistas sauditas, ha habido tres reinos en la región bautizados con el apellido Saud, todos ellos dirigidos por descendientes de Mohammad ibn Saud.

Abdulaziz ibn Saud, padre del actual rey y del príncipe heredero, con el apoyo de tribus beduinas, conquistó en 1924 a los otomanos la importante región del Hiyaz (donde se encuentran las dos ciudades más santas del Islam, La Meca y Medina) yestableció las bases territoriales que construyeron el actual reino. 

El descubrimiento de sus ingentes reservas de petróleo (el 24% de las reservas probadas del mundo) propició la transformación económica y social de la zona.

Desde sus orígenes en el siglo XVIII, los sucesivos reinos se han fundamentado en los mismos pilares: La familia Saud como dirigente (que con todas sus ramas cuenta en la actualidad con aproximadamente 4.000 príncipes), la alianza de esta familia con las tribus beduinas y sus jeques, y el wahabismo, la corriente suní extremadamente rigorista, como inspiración espiritual (y legal) del reino.

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