El próximo 26 de julio el príncipe Alberto II de Mónaco sacará a subasta 38 vehículos de la colección privada de su padre, el príncipe Rainiero III, fallecido en 2005. La venta -de la que formarán parte autos de marcas como Bentley, Citroën, Chevrolet, Porsche o Dodge- podría conceder al soberano monegasco ganancias por 500.000 euros.
Apasionado de los coches, el príncipe Rainiero constituyó durante más de 30 años una importante colección personal de coches antiguos que cuenta en la actualidad con 100 modelos. “Esta colección tiene mucho valor para mí y deseo enriquecerla con la adquisición de nuevos coches. A todos los amantes del motor, les doy cita en el principado en 26 de julio con el fin de descubrir los coches particulares de mis reservas que serán propuestos en una subasta única”, explica el príncipe.
La estrella de esta subasta es el auto particular del príncipe Rainiero: “El coche que más interés va a despertar entre los compradores será el coche personal de Rainiero de Mónaco, un Mercedes 500 SEC con 8.000 kilómetros comprado en 1983 y que puede alcanzar los 50.000 euros”, explica Matthieu Lamure, responsable de la casa de subastas Artcurial.
Los precios van desde los 3.000 euros por un clásico Fiat 500 o un Honda, hasta los 35.000 euros de precio inicial de un Panhard de 1913. “Se trata de una venta que cuenta tanto con amantes del automóvil como gente admiradora de la casa real de Mónaco que quiere tener alguno de sus vehículos. Hay compradores de todas las nacionalidades: del Principado, de France, de toda Europa o de los Estados Unidos. Mónaco es un lugar mítico que hace soñar a la gente”, comenta Matthieu.
Parte de la colección de coches de Rainiero de Mónaco estará expuesta al público durante los días, 24, 25 y 16 de julio, para que los futuros pujantes puedan ver las piezas en las terrazas de Fontveille. “Muchos se desplazarán para el día de la venta, pero otros lo harán por teléfono. En total habrá unos 2.000 compradores”, explica Matthieu Lamure.
