El Emirato de Kuwait, pequeño pero importantísimo país del
Golfo Pérsico, ha celebrado el sábado 26 el 50º aniversario de su independencia,
así como el quinto aniversario de la llegada al trono del Emir Sabah, y el
vigésimo de la expulsión de los iraquíes tras la invasión del emirato durante
seis meses ordenada por Sadam Hussein en agosto de 1990.
Una docena de jefes de Estado extranjeros han sido
agasajados por el anciano monarca kuwaití con diferentes festividades, desfiles
militares y banquetes de gala. Entre los asistentes ha estado el Rey Don Juan
Carlos de España, pero no han asistido (como previamente habían anunciado) el Rey
Mohammed VI de Marruecos y el Rey Abdallah II de Jordania, entre otros.
También han estado el presidente de Irak, el presidente de
Turquía, Abdullah Gul, sentado a la izquierda de Don Juan Carlos; el de Siria,
Bachar el Asad; el de Rumanía, Traian Basescu -el único europeo con España-. El
Emir Hamad de Qatar, el Sultán Hassan Bolkiah de Brunei y el Rey Jigme Khesar
Wangchuk de Bután, figuraron asimismo entre los invitados. El único presidente
de América Latina ha sido el de Honduras, Porfirio Lobo, aceptado por los
países árabes, pero denostado por buena parte de la comunidad iberoamericana.
Mientras tanto, uno de los invitados más aplaudidos por el
millar de espectadores fue el Rey de Bahrein, Hamad Bin Isa Al-Jalifa, que
decidió tomarse un respiro en Kuwait ante el acoso que sufre en su país por los
manifestantes que le reclaman reformas democráticas.
El acto central de las festividades ha sido un desfile
multitudinario presidido por el emir, y que ha contado con la presencia de
unidades terrestres de los Estados Unidos, Francia y Reino Unido y de varios de
los países del Golfo Pérsico. El desfile ha tenido lugar en Sabiya, a 80
kilómetros de la frontera con Irak y a 50 de la capital kuwaití.
Los tanques, los vehículos blindados, los helicópteros y una
escuadrilla de aviones de combate centraron el desfile, que se prolongó durante
casi dos horas. Más tarde, tuvo lugar en el Palacio Bayan un concierto de opera
y con una cena ofrecida por el emir, quien en todos los actos ha tenido a su
derecha al Rey Juan Carlos, decano entre los jefes de Estado asistentes a la
conmemoración.
El Rey Don Juan Carlos llegó al sitio del desfile acompañado
del consejero del emir y ex embajador de Kuwait en España, el Príncipe Salim
Jaber al-Ahmad al-Sabah, seguido en un coche distinto de la ministra española
de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez.
El Emir Sabah gobierna el emirato desde 2006, a la muerte de
su hermano el Emir Javer y de la destitución, pocos días después, del príncipe
heredero y sucesor, el Emir Saad, cuyo mal estado de salud hizo que la dinastía
designara emir a Sabah, que hasta entonces regía los destinos de Kuwait desde
el cargo de primer ministro.
Cuarto hijo del jeque Ahmad Al-Jabir Al-Sabah, gobernante de
Kuwait desde 1921 hasta su muerte en 1950, y de la cuarta de sus quince
esposas, Munira Al-Ayyar, Sabah de Kuwait fue educado en la Escuela Al
Mubarakiyah de Kuwait y por tutores privados de palacio, al igual que sus nueve
hermanastros, todos de distinta madre. Asimismo, llegó a tener 18 hermanastras y
sólo una hermana biparental, la princesa Anud.
Su hermanastro Jabir Al-Ahmad falleció el 15 de enero de
2006 a los 79 años, víctima al parecer de un fallo cardíaco y sin recobrarse
del abatimiento emocional que le había causado la traumática invasión irakí de
1990. De manera automática, el príncipe Saad, postrado en una silla de ruedas y
posiblemente aquejado de la enfermedad de Alzheimer, a los 75 años, se
convirtió en el nuevo emir. Sin embargo, el delicadísimo estado de salud de
Saad obligó a varios días de intensas reuniones entre los principales jeques de
la familia real para convencer de la necesidad de la designación del príncipe
Sabah a la rama familiar de los Salim, a la que pertenecía Saad, y que
insistían en mantener el principio de alternancia y entregar el emirato a un
pariente en primera sanguinidad del emir Sabah Al Salim Al Sabah, el que rigió
hasta 1977.
Finalmente, el 23 de enero de 2006, Saad, quien a lo largo
de esta crisis parece que no se enteró de nada, aceptó abdicar. Al día siguiente,
el Majlis, tras acusar recibo de la carta de renuncia de Saad, aprobó en sesión
extraordinaria su apartamiento del puesto de emir con ningún voto en contra. A
continuación, el mismo día 24, el Consejo de Ministros nombró 15º gobernante y
5º emir de Kuwait a Sabah, quien fue confirmado por el Majlis por unanimidad y
tomó posesión el 29 de enero.
A diferencia de su difunto hermanastro (quien tuvo 13
esposas, numerosas concubinas y 39 hijos reconocidos) y la mayoría de los
jeques de la familia real, el emir Sabah es un emir monógamo. Su única esposa
fue la princesa Fatuwah bint Salmán Al-Sabah, nieta por parte de madre de
Mubarak el Grande y biznieta por parte de padre de Sabah ibn Jabir Al Sabah,
dirigente de Kuwait entre 1859 y 1866. Antes de morir en 1990, Fatuwah dio a
Sabah cuatro hijos, tres varones y una hembra.
El primogénito, Nasir, nacido en 1948, sirvió a su padre
como secretario de Estado de Asuntos Exteriores entre 1990 y 1991 y actualmente
le asiste como ministro de Estado del Amiri Diwan o Gabinete del Emir. Ha dado
a Sabah cuatro de sus ocho nietos. Su hermano, Hamad, ha desarrollado toda su
carrera profesional en empresas de telecomunicaciones, manufacturas y servicios
financieros. El tercer hijo varón, Ahmad, se mató en un accidente de circulación
en 1969. La benjamina, Salwa, fue madre de cuatro hijos antes de divorciarse de
su esposo y de fallecer en junio de 2002.
DARÍO SILVA D’ANDREA