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Kate Middleton y Diana tienen probada su descendencia de sir Thomas Leighton y su mujer, Elizabeth Knollys. Pero lo relevante es que Elizabeth Knollys era la nieta de María Bolena. Los historiadores aseguran que la hija mayor de ésta, Catalina, nacida en 1524, en el momento de la pasión del Rey y María Bolena, era hija de Enrique VIII. Hasta el embajador del Sacro Imperio Romano lo informó así al Emperador en el momento de su alumbramiento. La tortuosa relación de María Bolena con el Rey está descrita en la obra «The Other Boleyn Girl» de Philippa Gregory en la que se basó la película «Las hermanas Bolena» interpretada por Scarlett Johansson en el papel de María, Natalie Portman en el de la Reina Ana y Eric Bana como Enrique VIII.
Durante siglos no se hizo esfuerzos por resaltar los vínculos de los descendientes de sir Thomas Leighton con la dinastía Tudor, porque el propio Enrique VIII se ocupó de asesinar a la mayor parte de sus parientes y para finales del siglo XVI apenas quedaba ninguno vivo. ¿Puede eso ser prueba de que Catalina no era en realidad hija del Rey? No. Tanto ella como su hermano Enrique, nacido en 1526, estaban excluidos de la sucesión por ser bastardos y hay pruebas del favor real del que disfrutaron, muy superior al que les correspondería si sólo fuesen sobrinos de la Reina Ana.
Descendencia real
Así, tras el nacimiento de Catalina, su padre legal, William Carey, que era un cortesano, fue ennoblecido y sus ingresos duplicados y el padre de María, Tomás Bolena, fue creado vizconde de Rochford al año siguiente. Con el nacimiento de Enrique, el segundo hijo de María Bolena, los beneficios fueron mayores.
Aún más relevante, como ha contado Charlotte Eagar («Another Boleyn girl», The Spectator 12-III-2011) es el hecho de que tras ser decapitada la Reina Ana, Catalina y su hermano, Enrique, fueron los únicos miembros de la familia Bolena que no perdieron el favor de Rey.En 1539 ella fue nombrada dama de honor de la Reina Ana de Cléveris, la cuarta esposa de Enrique VIII. Y cuando Catalina se casó en 1540 con Francis Knollys, el Rey actuó como un buen padre y dio a su hija una generosa dote con forma de cargos para el marido de su hija, así como la casa solariega de Rotherfield Grey en Oxfordshire.
La filiación de los hijos de María Bolena es evidente. Enrique está enterrado en la abadía de Westminster y su gran mausoleo, de doce metros de altura, fue pagado por su hermana, la Reina Isabel y luce un gran escudo heráldico que reafirma su ascendencia real. Y la hermana de ambos, Catalina, tuvo al morir un funeral casi de Estado, pagado por la Corona. El protocolo de su funeral está archivado en la abadía de Westminster junto a los de Enrique III, Enrique IV y otros Reyes. Y, como su hermano Enrique, Catalina Knollys está enterrada en Westminster donde este viernes su descendiente contrae un matrimonio destinado a hacerla la Reina Catalina de Inglaterra.
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