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Al cumplirse dos meses del terremoto y el tsunami que devastaron una importante región de Japón, el Emperador Akihito y la Emperatriz Michiko participaron en la provincia de Fukushima de una sentida ceremonia en homenaje a las víctimas, por las que se guardó un minuto de silencio. 
El terremoto y el posterior tsunami cambiaron el rostro y la vida en la isla, y provocaron el peor accidente nuclear después del de Chernobyl (Ucrania) en 1986. Miles de muertos y desaparecidos, una economía dañada y una situación de emergencia humanitaria desataron una crisis, hasta ahora, sin soluciones.
La pareja imperial fue a reconfortar a los habitantes que debieron abandonar sus casas situadas a proximidad de los reactores debido a los escapes radiactivos. Anteriormente, ya visitaron otras regiones afectadas por el terremoto y el tsunami.
Darío Silva D'Andrea
