
Se trató de un gusano de juguete que acompañó a Eliza Lopes, la nieta de Camilla, Duquesa de Cornwall, quien fue una de las niñas que desfiló junto a la novia el día de su boda en la Abadía de Westminster. La duquesa contó que su nieta, de tres años de edad, estaba “terriblemente abrumada”, al igual que la otra damita, y que quizás la boda había sido demasiado para ellas. Cuando la pequeña Eliza entró en pánico, contó Camilla, el príncipe Enrique sacó de su bolsillo un gusano de juguete para hacerla reír.
El príncipe había comprado esta miniatura especialmente para la ocasión, concretamente para que Eliza Lopes y el resto de niños del grupo de pajes y damitas no encontraran el acontecimiento tan abrumador. Cuando la pequeña se asustó por el griterío en el trayecto de regreso de la abadía de Westminster al palacio de Buckingham, el príncipe controló la situación calmándola con el susodicho juguete. El truco funcionó tan bien que Eliza no se desprendió del gusano en ningún momento, ni siquiera en el momento de las fotografías oficiales. El invitado sorpresa en palacio salvó el posado. Las fotos oficiales fueron publicadas en los medios de todo el mundo, pero nadie se percató del juguete hasta que Camila dijo: “¿Vieron el gusano? Eso fue lo más gracioso. No puedo creer que nadie lo haya notado”. Fuente: The Sun