17 de marzo de 2012

Una stripper en la Corte Sueca

SUECIA | Desde que empezara su relación con la modelo Sofía Hellqvist, el príncipe Carlos Felipe de Suecia ha tenido que hacer frente a un aluvión de críticas por el pasado de su chica.


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Carlos Felipe, segundo hijo de los Reyes de Suecia, se vio obligado a pedir un préstamo bancario de unos 200.000 euros para construir un embarcadero en la propiedad familiar que heredó en Trosa, al sureste del país. Se trata de una finca situada en pleno paseo marítimo y que incluye una mansión de 230 metros cuadrados valorada en 1.125.000 euros.

Las críticas contra su despilfarro se repiten en los medios suecos, mientras que los más agoreros se preguntan si la solvencia económica de la propia familia real está en entredicho. 

"Este préstamo forma parte de los negocios privados del príncipe", declaró tajante el jefe de Prensa de la corte, Bertil Ternert, al diario Expressen, para que este asunto no salpique a los reyes. 

"La familia real recibe del ministerio de Hacienda una asignación mensual que el propio rey distribuye al resto de miembros", añadió. Los reyes no quieren que esta polémica salpique a su imagen, ya deteriorada por la relación de su hijo con la bailarina "stripper" Sofía Hellqvist.

La polémica también desató la ira de los ecologistas, ya que la zona donde ha comenzado las obras del embarcadero, con sauna incluido, es una playa protegida según explica Expressen

La asociación ecologista de Lysekill comentó al diario que el problema radica en que "no se puede construir un nuevo edificio con una función diferente al anterior".

La polémica se suma a la relación de por sí cuestionable del príncipe Carlos Felipe con Sofia, imagen habitual de las revistas eróticas del país, y sobre todo, conocida por participar en «Paradise Hotel», un polémico reality show

Según informan los medios suecos, la princesa Victoria le recomendó a su hermano varias veces que terminase con dicha relación, pero él no le hizo caso y se fue a vivir con la chica a un departamento en Estocolmo. "O era él y Sofía, o ninguno de ellos", afirmó el príncipe, según Expressen

La relación no sólo encuentra oposición en los padres del príncipe. En la pasada Navidad, la princesa Margaretha -hermana del rey Carlos XVI Gustavo- mostró su descontento por tener que compartir las fiestas con la joven. 

Según el periódico Aftonbladet, el príncipe y la ex modelo de lencería íntima viven en una lujosa residencia en el exclusivo barrio de Djurgården al este de Estocolmo. El barrio cuenta con 800 habitantes y hasta 1809 era una reserva de caza real, según el diario italiano Il Corriere.

"Estamos muy bien aquí", confesó Sofía, por la que el príncipe dejó a su anterior novia, Emma Pernald, con quien estaba saliendo desde hacía nueve años.

Aquella chica de curvas voluptuosas, ojos azules rasgados y una negra melena llamada Sofia Hellqvist era la misma que había posado poco antes para la revista masculina Slitz con una sola prenda: una serpiente que rodeaba su desnudo cuerpo.

Según la revista Vanity Fair, "le faltaba la cultura y el savoir faire de la publicista Emma Pernald, hija de un acomodado hombre de negocios sueco, sencilla, discreta y amiga íntima de las princesasVictoria y Magdalena.Todo lo contrario a Sofia que procede de una familia de clase media-baja, estudió para esteticién y a los 18 años se mudó a Estocolmo y trabajó de camarera en locales nocturnos. Las duras críticas llevaron a la familia real al borde de un ataque de nervios".

Cuando no se hablaba de otra cosa en Suecia, la revista Se&Hör desvelaba las maniobras de la reina Silvia para separar a Sofia de su hijo. El artículo afirmaba que la soberana “jugaba sucio” en su afán de apartarla de la familia y de los salones de la alta sociedad. 

Los motivos no serían únicamente esas fotos de desnudo, sino algo relacionado con la estancia de Sofia en USA. Un algo tan escabroso que el mencionado rotativo no se atrevió a desvelar.

El último escándalo relacionado con la modelo tiene que ver con unas imágenes muy comprometedoras que podrían ver la luz de un momento a otro. Según cuenta el medio danés B.T, una agencia de fotos llamada «Stella Pictures» ofreció unas fotografías eróticas de la joven a diferentes medios suecos.


Poco después de correrse la voz, el autor de las imágenes decidió retirarlas para impedir su venta. “Nos ofrecieron sumas escandalosas por las fotos, pero el fotógrafo ha decidido no venderlas”, comentaba el personal de la agencia. Todo apunta a que las presiones de la casa real surtieron efecto y consiguieron parar el eventual escándalo.

Cuando Carlos Felipe confió a sus padres el amor que sentía por la joven, éstos la invitaron a cenar en su residencia de verano, Solliden, con el resto de la familia. Durante esa primera y única visita, la princesa Magdalena, hermana de Carlos Felipe, no dejaba de mirar a Sofia “con animosidad y ojo crítico”.

Desde entonces, la princesa fue la mayor enemiga de Sofia. Una vez terminada la velada le dijo a su hermano que jamás daría la bienvenida a esa chica tan vulgar, la clásica golddigger (interesada), indigna de él. Desde entonces su desprecio hacia la joven ha sido total. 

A finales de agosto de 2010, cuando organizó una cena de despedida antes de trasladarse a Nueva York en el restaurante «Riche», en el centro de Estocolmo, invitó a sus hermanos y amigas, y prohibió la presencia de Sofia. Por si eso fuera poco, allí estaba Emma Pernald. 

"Durante meses, las princesas Victoria y Magdalena no soportaron su presencia", explicaba el diario ABC. La princesa Magdalena pidió al departamento de comunicaciones de la casa real que hiciera la siguiente declaración: “No existe ningún problema entre ella y Sofía. Hubo problemas en el pasado, pero se han reconciliado. La princesa vive en los Estados Unidos, no tuvo la oportunidad de ver a Sofía muy a menudo. Pero cuando se ven, se llevan bien y pasan tiempo juntas.”

Coronas Reales



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