Los Juegos Olímpicos, que ahora se celebran en Londres, parecen constituir una de los pocos eventos no solamente capaces de unir a la Humanidad. También tienen el poder de convertir en simples plebeyos a personas de “sangre azul”. Así, mientras la reina Isabel II tuvo ayer sus “5 minutos de fama” al participar de la ceremonia de inauguración de los Juegos con una actuación junto a Daniel Craig, su agente secreto James Bond, muchos de sus parientes de Europa mantienen estrechas relaciones con los Juegos.