Tras el aterrizaje en Madrid de Benedicto XVI, los monarcas y el Papa recorrieron juntos la alfombra roja que les conducía hasta el palco de autoridades donde se encontraban entre otros Zapatero, Rajoy y Esperanza Aguirre.
Con paso lento, su muleta y una bota ortopédica, Juan Carlos I avanzó a través de la pista de aterrizaje. El rey tuvo que, en varios momentos, cambiarse la muleta de mano para andar más cómodamente, procurando no ralentizar el paso del grupo.
Estas imágenes han preocupado a la prensa europea, en especial a los medios de comunicación franceses. La revista Gala, quien se ocupa de las noticias sobre la realeza europea, ha mostrado cierta preocupación ante el desmejorado estado físico del rey.
Según explican: “Dos meses después de su operación, Don Juan Carlos anda todavía con dificultad, pero con la sonrisa en los labios. Se apoya en su muleta, con paso dubitativo y sensiblemente más lento que de costumbre.” Y añade que, “su aparición levanta más preguntas que respuestas. De nuevo los españoles se preocupan por su rey.”
Atenta a todo lo que ocurre en Zarzuela, la prensa francesa siempre ha mostrado gran interés por los asuntos concernientes a la Familia Real Española. Su admiración por los Borbón se ha visto reflejada en numerosos artículos sobre la elegancia de la princesa de Asturias, las operaciones del rey o los viajes de los monarcas.
Los franceses ven con buenos ojos el papel de los Borbón en España. De hecho, cuando el rey se sometió a su última operación, la prensa francesa dejó claro, a través de unas declaraciones de la Reina que el rey no abdicaría. “¿Abdicar? ¡Jamás! Un rey nunca abdica… Sólo la muerte puede forzar a un rey a retirarse”.
Lea además:
Las "super muletas" reales y el carácter borbónico, protagonistas del recibimiento a Benedicto XVI
