29 de agosto de 2011

Un maharajá de la India es acusado de robar un tesoro hindú valuado en US$ 20.000 millones

Un maharajá indio ha sido acusado de robar el oro de lo que se cree que es el tesoro más grande del mundo, descubierto en un antiguo templo hindú del siglo XVI. La familia Real de Travancore (sur de la India) se considera a sí misma guardiana del templo y dueña de los tesoros que contiene.





El jefe de la Familia Real de Travancore, el maharajá Uthradam Thirunal Marthanda Varma es acusado de robar joyas y monedas de valor incalculable pertenecientes al tesoro del Templo Sri Padmanabhaswamy Padmanabhaswamy en Trivandrum, en el estado de Kerala (sur de la India). Según un ministro de Kerala, el maharajá sustrajo monedas de oro del templo durante las oraciones de su mañana.

Construido en el siglo XVI, el templo rinde culto a un avatar del dios hindú Vishnú, y estuvo bajo control de los marajás del antiguo reino de Travancore (cuyos gobernantes destacaron por sus riquezas) hasta que este pasó a dominio indio, en 1947, con la independencia del subcontinente.

El tesoro del templo fue descubierto a principios del mes de julio. Los arqueólogos hallaron bolsas con oro, piedras preciosas, joyas, que ascienden, según las primeras estimaciones, a más de US$ 20.000 millones. Hace 150 años, el tesoro habría sido sellado y su posterior destino fue objeto de acalorados debates en India.

En un intento por preservar intacto el tesoro del templo, un grupo de sacerdotes determinó que abrir la única cripta todavía no explorada del templo causaría la muerte a algún familiar de quien lo hiciera. Sundara Rajan, el hombre que solicitó a los tribunales permiso para abrir las bóvedas y explorar sus secretos, fue encontrado muerto una semana después de ser abiertas la cripta.

Miembros de la seguridad del lugar informaron que los objetos más valiosos del templo fueron desapareciendo poco a poco y acusaron al maharajá -designado custodio simbólico del templo- de llevárselos personalmente. La familia real está evaluando demandar a quienes acusan al príncipe y solicitar que los guardias sean relevados de su cargo.


  RIQUEZAS OCULTAS  

El templo Sree Padmanabhaswamy fue construido en el siglo XVI por los monarcas que gobernaron el reinado de Travancore. Leyendas locales indicaron que los reyes escondían sus inmensas riquezas en los muros de piedra y en las bóvedas del templo.

Desde de que India consiguió su independencia, el templo ha sido manejado por una fundación que administran los descendientes de la familia real de Travancore.

Después de 1947, el reinado de Travancore se fundió con el estado-principado de Cochin, que después se convertiría en el actual estado de Kerala.

Las inspecciones en el templo comenzaron después de que la Corte Suprema India designó a un panel de siete miembros para entrar a la infraestructura y determinar el valor de los objetos almacenados en sus bodegas.

La instancia judicial también aprobó una resolución emitida por el principal tribunal de Kerala, en la que se le exigía al gobierno local asumir el control del templo y de las propiedades de la fundación. Así mismo se le ordenó a la fundación cederle la responsabilidad de la seguridad del templo a la policía.

La petición original que se presentó ante el tribunal fue hecha por el abogado Sundar Rajan, quien indicó que los actuales administradores del templo no podían garantizar la protección de los bienes porque carecían de su propia fuerza de seguridad.

Anand Padmanaban, asesor de Rajan, estuvo presente cuando el equipo designado por la corte abrió las cámaras. "Los tesoros incluían cadenas de oro, diamantes y piedras preciosas que no pueden valorarse en dinero", le dijo Padmanaban a la BBC. "Muchas de esas piezas son muy antiguas, datan del siglo XVIII. Su valor no se puede estimar sólo por lo que pesan".

El actual Maharajá de Travancore, quien está al frente de la administración del templo, apeló la decisión judicial, pues –en su opinión- él como Maharajá tiene todo el derecho de administrar el templo. Se basa en una ley especial que se promulgó después de la independencia de India que señala que la gestión del templo le corresponde a la tradición Travancore.

Pero la apelación fue rechazada, pues los maharajás no tienen un estatus especial en India y son tratados como el resto de ciudadanos. Los miembros de la familia real Travancore se consideran a sí mismos servidores de la deidad que preside el templo, Padmanabhaswamy, una manifestación del dios del hinduismo Vishnu.

Esta es la razón por la cual, aseguran, se les han confiado las riquezas. El público en general ha cuestionado los intentos del maharajá por mantener el control de los tesoros. Muchos aseguran que esas riquezas ahora le pertenecen al pueblo. El maharajá, por supuesto, no está de acuerdo.

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