Según informó este domingo el periódico inglés The Sun, el príncipe Enrique de Inglaterra, de 26 años y fanático de la serie de ciencia ficción "Star Trek", "está obsesionado con viajar al espacio".
Amigos de Enrique informaron al matutino que el hijo menor del príncipe Carlos y la fallecida princesa Diana le pidió al hijo del magnate británico Richard Branson le consiga un asiento en uno de los viajes espaciales de la empresa Virgin Galactic.
Además, el príncipe espera convertirse en miembro honorario de un programa espacial de Estados Unidos, tras participar el próximo año de una campaña de combate en Afganistán.
Harry necesita un mínimo de 1.000 horas de vuelo como piloto de jet para ser considerado por la NASA. El príncipe, que es piloto de la Army Air Corps británica, obtuvo calificaciones elevadas al entrenarse para pilotear helicópteros de ataque Apache.
"Harry ya ha completado sus estudios de patrullaje marítimo y terrestre, y reconocimiento oceanográfico, y no ve la hora de sumarse al programa de entrenamiento de la NASA para los jets T38. Es su sueño ser el primer miembro de la familia real británica en viajar al espacio", declaró una fuente de su entorno al Sun.
El programa de la NASA, que se lleva a cabo en Houston, Texas, incluye entrenamientos de alto riesgo, como buceo de microgravedad bajo el agua o de presión extrema G-Force en un giroscopio gigante.
No sería, sin embargo, el primer miembro de la realeza en viajar tan lejos. Sultan bin Salman bin Abdul-Aziz Al Saud, miembro de la Familia Real de Arabia Saudita, participó en 1985 de un viaje de exploración espacial en el transbordador STS-51-G Discovery, acompañado de astronautas americanos y franceses. Sultan, sobrino del actual rey Abdallah de Arabia Saudita, fue también el primer astronauta árabe de la historia.