3 de abril de 2012

La última princesa del Imperio Otomano, Fatma Neslisah, falleció en Estambul a los 91 años

TURQUÍA | La princesa era nieta del último sultán otomano Mehmet VI.


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La última princesa de la dinastía otomana, Fatma Neslisah Osmanoglu, nieta del Sultán Mehmet VI Vahdettin, será enterrada hoy en Estambul, ciudad en la que nació y donde falleció ayer, a la edad de 91 años y tras muchas décadas de exilio.

Según informó la agencia semipública Anadolu, el viceprimer ministro turco Bülent Arinç participará en el funeral de la princesa en la mezquita de Hamidiye, en el barrio de Besiktas en Estambul.

«Estoy profundamente entristecido por el fallecimiento de Neslisah Osmanoglu, el miembro más anciano de la dinastía otomana, que dejó huella en la historia de Turquía y del mundo, así como en el período que representa, que estableció el estado otomano y lo transformó en un imperio mundial», ha declarado el presidente turco, Abdulá Gül.

«Aunque nuestra familia no recibe la estima que le es debida, extiendo mis condolencias a la nación turca», ha declarado el príncipe Abdülhamit Kayihan al diario turco Hürriyet Daily News.


El comentario pone de manifiesto la amargura que la familia real otomana siente, todavía hoy, por el destino sufrido a manos del movimiento de los Jóvenes Turcos y, posteriormente, de Mustafá Kemal Atatürk, el padre fundador del moderno estado turco.

A principios del siglo XX, los nuevos líderes reformistas abolieron progresivamente el sultanato y el califato, y posteriormente enviaron a la dinastía al exilio.

Fatma Neslisah Osmanoglu era el último miembro vivo de la dinastía otomana nacido antes de abolirse el Imperio Otomano.

Neslisah, nacida el 4 de febrero de 1921, era nieta del último sultán otomano Mehmet VI Vahdettin, y también de Abdülmecid II, el último califa otomano.

La princesa vivió en el Palacio de Topkapi hasta cumplir los tres años, cuando todos los miembros de su familia fueron exiliados, de acuerdo con la ley aprobada en 1924 por el Parlamento de la recién fundada República de Turquía.

La princesa Neslisah pasó su infancia y primera juventud en Francia y luego se mudó a Egipto con su familia, donde se casó en 1940 con el príncipe Mohamed Abdulmoneim, miembro de la familia real jedive, con el que tuvo un hijo y una hija.

Después de la abdicación del rey Faruk en el golpe de Estado de 1952, el príncipe Mohamed fue nombrado regente de Egipto y Neslisah se convirtió en Primera Dama del país, durante apenas un año.

Tras la declaración de la República en 1953 por parte del general Mohamed Naguib, la princesa otomana fue acusada de formar parte de una conspiración internacional contra Egipto, y sólo meses más tarde pudo abandonar el país y regresar a Francia, donde vivió hasta 1963.

Aquel año, gracias a una ley turca en 1952 que le concedió amnistía y le devolvió la ciudadanía, Neslisah Osmanoglu se trasladó de nuevo a Estambul, donde su marido Abdulmoneim murió en 1979, aunque fue enterrado en El Cairo.

Los historiadores turcos han definido a Neslisah, que hablaba turco, árabe, francés, inglés y alemán, como "la mujer más intelectual de la aristocracia europea". EFE

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