28 de julio de 2011

A 30 años de la "Boda del Siglo XX"





Hace 30 años el príncipe Carlos de Inglaterra y una jovencísima Diana Spencer se daban el "sí, quiero". Fue la boda de ensueño de una época, pero el matrimonio acabó como una pesadilla.

Su recuerdo flotaba en el aire cuando el príncipe Guillermo y Catalina aparecieron ante el altar de la abadía de Westminister hace apenas tres meses.

El matrimonio del primogénito de la princesa Diana y el príncipe Carlos parece que se encuentra bajo una constelación estelar diferente a la de sus padres. Guillermo y Catalina han estado juntos durante años antes de casarse y han superado crisis.

Sin embargo las comparaciones resultan inevitables: Si el matrimonio de Carlos y Diana no hubiesen pasado de ser un sueño a una pesadilla, entonces mañana 29 julio celebraría su 30 aniversario de boda.

"El enlace de Carlos y Diana sentó el standard moderno de las bodas de cuento", afirma el Daily Telegraph al echar la vista atrás, tres décadas después.

Sin embargo ahora se conoce que Carlos y Diana no vivieron felices por siempre jamás, como ocurre en los cuentos de princesas. 

Lo que hay de verdad en los innumerables relatos, biografías y presuntos recuerdos de amigos y empleados no se llegará a saber nunca. Pero de creer tan sólo una parte de ello, entre Carlos y Diana las cosas fueron mal desde el principio.

Al parecer antes de la boda Diana tuvo sus dudas al respecto. Al parecer ya entonces tenía la sensación que su prometido amaba a otra, una mujer que ya estaba casada Camilla Parker Bowles y a quien su futuro marido conocía desde su juventud. 

Los padres del príncipe, la reina Isabel II y el príncipe Felipe, parece que presionaron al príncipe a comprometerse en matrimonio con Diana, pues ya había cumplido los 32. Y la muchacha, que cuando se casó apenas tenía 20 años, les parecía una buena elección.

Algunas malas lenguas apuntaban que el príncipe Felipe le aconsejó a su hijo mayor que se casara con una virgen. Y que fuese joven tampoco estaba mal.

Con su mirada inocente, su timidez y su amor por los niños, Diana parecía perfecta para el papel de la esposa del heredero al trono británico, con la que también se aseguraba la descendencia.

El vestido de princesa de cuento de hadas que lució Diana, la multitud de seguidores en las aceras y la ceremonia festiva en la catedral de San Pablo el 29 de julio de 1981 sentaron la base de un cuento hecho realidad. 

Más de 750 millones de personas siguieron en todo el mundo la boda por televisión y sobre todo las miradas curiosas y ansiosas de escándalo jamás se apartaron de Carlos y Diana.

Unos años más tarde el matrimonio ya estaba acabado. Carlos no podía olvidarse de Camilla y Diana también tuvo sus amoríos. 

A fines de los años 80 ya era un secreto a voces que el matrimonio había hecho aguas y el entonces primer ministro anunciaba con gran solemnidad en 1992 la separación de la pareja. 

Cuatro años más tarde llegaría el divorcio y tan sólo un año después falleció la princesa en un accidente de tráfico en París, una noticia que conmocionó en todo el mundo.

Y paradojas de la historia, al menos Carlos tuvo un final feliz para su historia, pues su gran amor, Camilla, se mantuvo vivo durante los años y el 9 de abril de 2005 se casaron en una ceremonia mucho más modesta.

Este año celebraron el sexto aniversario de su matrimonio y parece que este enlace sí es mucho más dulce para el príncipe.


Las últimas noticias de Coronas Reales