La princesa Sultana bint Turki Al Sudairy, esposa del príncipe Salman, emir de Riad, y madre del príncipe Fahd bin Salman y visitante asidua de Marbella, murió en Riad a los 71 años tras padecer una larga enfermedad. El fallecimiento fue comunicado oficialmente el pasado domingo por la Casa Real saudí.
Sultana, que pasaba largas temporadas de vacaciones en el palacio Casa Riad, situado en la Milla de Oro junto al palacio del rey Fahd, fue trasladada diez días atrás desde el aeropuerto de Málaga a Riad en un avión medicalizado, aunque a lo largo de este año había sido tratada en un hospital privado de Marbella tras sufrir diversas recaídas en su estado de salud.
Incluso las celebraciones por la boda de su nieta Sara Fahd Bin Salman, que tuvieron lugar en Marbella durante el fin de semana del 2 y 3 de julio, estuvieron a punto de suspenderse debido al delicado estado de salud de la mujer.
Largas temporadas
Pese esa circunstancia, la princesa pasaba largas temporadas en Marbella, costumbre que cumplió hasta último momento.Este año permaneció en la ciudad durante gran parte del verano. Solo cuando se previó un desenlace inminente, la mujer fue trasladada a Arabia Saudita.
Sultana estaba casada con el príncipe Salman, hermano del fallecido rey Fahd y el miembro de la casa real saudita con más estrecha relación con Marbella, aunque este año su visita a la ciudad fue más corta que de costumbre.
Salman desembarcó en la ciudad el jueves 30 de junio y solo se dejó ver en público ese día acompañado de su séquito por Puerto Banús y en la jornada siguiente en el rezo del viernes en la mezquita del rey Fahd, situada en la Milla de Oro a metros de su propio palacio. Su fastuoso yate, el «Shaf of London», zarpó pocos días después de Banús.
Salman y Sultana eran padres de seis hijos: Fadh, Ahmad, Sultan, Abdul-Aziz, Faisal y Hussa. Las honras fúnebres por el fallecimiento de la princesa tuvieron lugar ayer en la mezquita Turki Bin Abdullah de la capital saudí. Los rezos fueron dirigidos por el imán Turki bin Abdullah.
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