El anciano príncipe fue nombrado Ministro de Defensa de Arabia Saudita por decreto de su hermanastro, el rey Abdallah. Se trata de un puesto estratégico en la sucesión al trono de su país. Infografía: la sucesión al trono
El anciano príncipe fue nombrado Ministro de Defensa de Arabia Saudita por decreto de su hermanastro, el rey Abdallah. Se trata de un puesto estratégico en la sucesión al trono de su país. Infografía: la sucesión al trono
El gobernador de Riad, príncipe Salman bin Abdulaziz, de 76 años, fue nombrado este sábado por decreto real como Ministro de Defensa de Arabia Saudita, un puesto estratégico en la sucesión al trono de su país, gobernado desde 2005 por su hermanastro, el rey Abdallah.
El monarca nombró al príncipe Salman al frente de un ministerio clave, en el que sucede al príncipe Sultán, fallecido en octubre, informó la prensa oficial saudita. Mientras tanto, el príncipe Satam bin Abdulaziz (otro príncipe hermanastro del rey) pasa a ser gobernador de Riad, en sustitución del nuevo ministro de Defensa.
El rey Abdallah ya había designado como príncipe heredero del reino al ministro del Interior, príncipe Nayif bin Abdulaziz, de 78 años, que reemplaza al príncipe Sultan, fallecido el 22 de octubre en Estados Unidos como consecuencia de una larga enfermedad.
El nombramiento de un ministro de Defensa había suscitado mucha expectación en los círculos políticos del reino, que especulaban con la posibilidad de que se eligiera para el cargo a un príncipe de la tercera generación de los Al-Saud, para rejuvenecer a un ejecutivo acaparado por los hijos octogenarios o septuagenarios del fundador del reino, el rey Abdulaziz.
El rey Abdallah, de 87 años, no ha aparecido en público durante los últimos días. Operado en octubre de la espalda, por tercera vez desde una intervención quirúrgica en noviembre de 2010 debido a una hernia discal, el monarca asistió visiblemente cansado a los funerales del príncipe Sultan.
Primer exportador mundial de petróleo, Arabia Saudí, preocupada por su seguridad en un contexto de inestabilidad regional marcado por la tensión suscitada por Irán y la próxima retirada estadounidense de Irak, es un cliente tradicional de la industria armamentística occidental, sobre todo de la estadounidense. Riad está ultimando un contrato de armamento por unos 60.000 millones de dólares con Washington que, en caso de concretarse, será el más importante de la historia de Estados Unidos.
INFOGRAFÍA | La cuestión sucesoria
