19 de diciembre de 2011

Así celebra la Navidad la Familia Real inglesa


Isabel II reunirá a hijos, nietos y sobrinos en lo que será el mayor encuentro de la Familia Real Británica de las últimas décadas. Cómo festejarán la Navidad.






Será el mayor encuentro de la Familia Real Británica de las últimas décadas. La reina Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe, invitaron a 27 de sus más cercanos y queridos familiares para celebrar la Navidad con ellos en el palacio de Sandringham, su refugio privado en el campo.

Desde la tarde del viernes más de dos docenas de miembros de la realeza comenzarán a llegar a la pintoresca finca de Norfolk. Entre ellos estarán las dos incorporaciones más nuevas de la familia: Catalina, duquesa de Cambridge y esposa del príncipe Guillermo, y el jugador de rugby Mike Tindall, marido de Zara Phillips y yerno de la princesa Ana.

Sin embargo, la gran cantidad de invitados es un tema que está causando preocupación en el personal de la mansión, una residencia que nunca recibió a un número tan grande durante la temporada festiva.

Como resultado, los miembros de la realeza de “rango inferior” deberán pasar la noche en las dependencias de servicio. Quienes tendrán que dormir en las habitaciones del personal serán el Vizconde Linley (hijo de fallecida la princesa Margarita), con su esposa e hijos, y su hermana Lady Sarah, su esposo Daniel Chatto y los hijos de ambos.

Los sobrinos de la reina Isabel dormirán en el sector “F” (de “foods”, alimentos), en el que viven los responsables de la preparación, cocción y presentación de los alimentos para la Familia Real y sus empleados, incluidos los cocineros y mozos.

El personal tendrá que empacar sus pertenencias para dejar lugar a los “royals”, lo que provocó quejas entre los miembros del personal que ahora se tendrá que duplicar y compartir. Uno de ellos reconoció que los familiares de la reina van a convivir “como sardinas enlatadas”.



Situada en cerca de 600 hectáreas de bosques, la residencia de Sandringham ha sido la residencia privada de cuatro generaciones de monarcas británicos desde 1862: Eduardo VII, Jorge V, Jorge VI e Isabel II. La casa en sí siempre ha sido más bien pequeña para los estándares reales y más de un visitante ha comentado sobre el particular “hacinamiento” de la vivienda.

Como la mayoría de las matriarcas británicas, la reina exige que los invitados lleguen en la mañana del 23 de diciembre. El príncipe Carlos y su esposa, Camilla, duquesa de Cornwall deberán ser los últimos en llegar.

Siguiendo una tradición heredada de sus antepasados alemanes, la familia real abrirá sus regalos en Nochebuena, antes de vestirse con “trajes de noche” para un banquete a la luz de las velas. Alrededor de las 22:00 las mujeres se retiran a dormir, dejando al príncipe Felipe sirviendo “brandy” a los demás varones de la familia.

De acuerdo a la frugalidad de la reina y el hecho de que la Familia Real puede tener prácticamente cualquier cosa que desee, los regalos intercambiados son normalmente artículos de diversión y broma en lugar de costosos y llamativos.

Refiriendose a la duquesa de Cambridge, que compartirá su primera navidad con la realeza, la autora Judy Wade explica: "Catalina tiene el suficiente cerebro para darse cuenta de que no debe comprar regalos extravagantes. Los miembros de la realeza no aceptan eso. Se regalan cosas pequeñas, de bajo costo y que son reflexivas. Hay un montón de ayudantes correteando a otros ayudantes de la realeza para saber qué es lo que los príncipes quieren para Navidad".

En la mañana de Navidad, Isabel II y toda su familia asisitirán al servicio religioso ofrecido en la cercana Iglesia de St. Mary Magdalene, y se espera que, con la flamante presencia de Catalina de Cambridge, sean muchos los ciudadanos que se acerquen a saludarlos y llevarles flores y otros regalos, como es tradición.

De vuelta en Sandringham, habrá un almuerzo en el que el plato principal será pavo acompañado por una gran variedad de verduras de temporada, y posteriormente se reunirán alrededor de la televisión para ver el mensaje de la reina Isabel a toda la nación, a las 3 de la tarde. Una tradición iniciada por el rey Jorge V, quien en 1935 dirigió el primer mensaje al Imperio mediante la radio. En 1957, Isabel II incorporó la televisión.

El 26 de diciembre, conocido como el Boxing Day, la familia real se sumerge en la búsqueda del faisán a lo largo y ancho de los 20.000 acres que tiene la propiedad, donde se unen a los lugareños y trabajadores de la hacienda.



Darío Silva D'Andrea






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