La comprometida situación en la que se vio envuelta Sophie, condesa de Wessex -nuera de la reina Isabel II- tras recibir valiosas joyas como obsequio oficial del rey Hamad de Bahrein, hace recordar a los miles y miles de regalos que anualmente la monarquía británica.
Entre ellos se encuentran miles de toneladas de ramos florales, cientos de miles de cartas, telegramas y tarjetas postales, así como los objetos más curiosos provenientes de gobiernos de todo el mundo. Los regalos van desde comidas típicas hasta paraguas, automóviles, libros antiguos y objetos de oro.
Estas misivas son abiertas por sus asistentes, excepto los sobres en que sus remitentes escriben sus iniciales en la esquina posterior izquierda, código que significa que son de amigos cercanos.
Y en cuanto a obsequios, lo que más recibe la soberana son chocolates, los cuales ella nunca disfruta, ya que toda comida o bebida que les es enviada a los Windsor es destruida de inmediato, ante la posibilidad de que contenga veneno.
Y en cuanto a obsequios, lo que más recibe la soberana son chocolates, los cuales ella nunca disfruta, ya que toda comida o bebida que les es enviada a los Windsor es destruida de inmediato, ante la posibilidad de que contenga veneno.
Cuando en Sri Lanka obsequiaron al duque de Edimburgo con una cría de elefante, nadie sabía qué hacer para trasladarlo a Inglaterra. finalmente, el elefantito encontró un hogar en el zoológico de Londres.
Del mismo modo, a la princesa Ana le regalaron un oso pardo sirio en un viaje a la Unión Soviética, mientras el príncipe Andrés tuvo que asentir y sonreír mientras ponían en sus brazos, a modo de regalo, a un cocodrilo recién nacido en Gambia. A la reina Isabel le regalaron en 1968, en Brasil, un par de osos perezosos.
Cuando Isabel contrajo matrimonio con Felipe Mountbatten, en 1947, recibieron 2.500 regalos desde joyas, vajilla valiosa y cubiertos de playa hasta una máquina de coser Singer.
Entre los regalos de boda se cuentan una pieza de tela obsequiada por Mahatma Gandhi, que tiene la frase "Jal Hind" ("Larga Vida a India"), y un juego de porcelana Meissen regalado por el papa Pío XII, 500 latas de ananá, 131 pares de medias de nylon, 17 pares de medias de lana, 16 juegos de sábanas, 30 bufandas, 38 bolsos, 24 pares de guantes y un refrigerador.
Cuando el príncipe de Gales se casó con Lady Diana Spencer, recibió un par de guantes de seda de 100 años de edad, una ratonera de platay, lo más esotérico de todo, una pieza de encaje hecha en un telar por Mahatma Gandhi.
Los miembros de la realeza británica que realizan giras por el extranjero tienden a volver a casa con un enorme botín. Aunque se les permite el uso total del objeto durante toda su vida, después aquel regalo pasa a pertenecer a la reina o rey de Inglaterra.
Los regalos oficiales que los miembros de la familia real británica no son propiedad del destinatario, ya que se considera que se fueron recibidos en nombre de la reina, la jefa del Estado.
Es ella la que decide si las dos bolsas de arroz basmati obsequiadas al príncipe Andrés por la Alta Comisión de Pakistán debe ser cocinado y servido, exhibirse bajo un cristal en el Palacio de Buckingham o transmitirlo como una especie de "dote" comestible de princesas Beatrice y Eugenia.
Todos los regalos son cuidadosamente registrados y catalogados. Por lo tanto, se sabe que en 2008 el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles recibieron dos pulseras, dos gorras de béisbol, cuatro camisetas y CDs de parte del Museo de Bob Marley en Jamaica.
Los registros de la familia real incluyen un matamoscas, títeres y un juego de auto-ensamblaje amablemente ofrecidos por extraños (en todo sentido) o, mejor dicho, ciudadanos comunes.
Esta semana, la Casa Real a través de su sitio web publicó la lista de todos los regalos que recibieron el príncipe de Gales y los duques de Cambridge durante el año 2011.
Entre ellos se cuentan decenas de libros, iPads, ropa, gorras, anillos, aros, cuadros, DVDs, bolsas de dormir, banderas y un sinfín de objetos que Guillermo y Catalina recibieron en sus viajes por Canadá y EE.UU.
En los buenos viejos tiempos, los regalos que no iban a ser utilizados por la familia de Isabel II eran discretamente entregados a miembros de su círculo, sirvientes o ex funcionarios.
Esta semana, la Casa Real a través de su sitio web publicó la lista de todos los regalos que recibieron el príncipe de Gales y los duques de Cambridge durante el año 2011.
Entre ellos se cuentan decenas de libros, iPads, ropa, gorras, anillos, aros, cuadros, DVDs, bolsas de dormir, banderas y un sinfín de objetos que Guillermo y Catalina recibieron en sus viajes por Canadá y EE.UU.
En los buenos viejos tiempos, los regalos que no iban a ser utilizados por la familia de Isabel II eran discretamente entregados a miembros de su círculo, sirvientes o ex funcionarios.
En 2003, una investigación de Sir Michael Peat, entonces secretario privado del príncipe, encontró que su ayudante, Michael Fawcett, había ganado una buena suma de dinero tras vender diversos regalos que había recibido del príncipe Carlos, como una caja de ceniza volcánica de Montserrat, un alfiler de oro de Japón, tres botellas de vino tinto chileno (dado por el presidente del país, y por lo tanto de una buena cosecha) y un soplete de la cuenca del Amazonas.
Darío Silva D'Andrea
Darío Silva D'Andrea