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El emperador de Japón, Akihito, fue trasladado este lunes desde la unidad de cuidados intensivos hasta una habitación privada del Hospital Universitario de Tokio, tras la operación cardiaca a la que fue sometido el pasado sábado, informó la agencia Kyodo.
El emperador, que se recupera adecuadamente y está estabilizado, mantendrá en su habitación la monitorización a la que le somete el equipo médico que dirigió la operación de "bypass" coronario.
De esta manera, el personal vigilará las constantes y el pulso de Akihito y cuidará de que no sufra ninguna infección post operatoria.
El emperador, que pudo ingerir este lunes una comida ligera y leer, ha logrado ponerse de pie junto a la cama, añadió la agencia Kyodo.
Akihito abandonó en la mañana de este lunes los cuidados intensivos en silla de ruedas y recibió nuevamente la visita de su esposa, la emperatriz Michiko, de 77 años.
Este domingo por la tarde también acudieron a ver al emperador sus dos hijos, Naruhito, heredero al Trono del Crisantemo, y el príncipe Akishino, que lo acompañaron durante media hora en la sala de cuidados intensivos.
El equipo médico espera que a mediados de semana comience la rehabilitación para recuperar sus funciones cardiacas normales y pueda abandonar el hospital en unas dos semanas.
Desde que se produjo la intervención, la familia imperial nipona ha recibido el apoyo de las instituciones y los ciudadanos, que este domingo volvieron a guardar largas colas frente al Palacio Imperial de Tokio para firmar en un libro con mensajes de apoyo y oraciones por su salud.
En total, 17 mil personas escribieron este domingo una dedicatoria al emperador, con lo que ya son más 31 mil las rúbricas registradas en el libro desde el viernes pasado, según la Agencia de la Casa Imperial. EFE
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