10 de junio de 2011
En una entrevista con la BBC, el príncipe Felipe dijo creer que había hecho sus tareas y que ahora pretendía divertirse un poco, "con menos responsabilidad, menos prisas, menos tener que preparar las cosas y pensar en qué decir".
Conocido por su humor, pero también por sus frecuentes meteduras de pata, el príncipe declaró que es mejor dejarlo "antes de que llegue la fecha de caducidad". "Además, la memoria empieza a fallar. No me acuerdo de nombres ni de ciertas cosas", reconoció.
El duque de Edimburgo no se ha tomado, sin embargo, hoy un día de asueto sino que recibió en el palacio de Buckingham a representantes del Real Instituto de los Sordos, que celebra su centenario.Al mismo tiempo, la Honorable Compañía de Artillería marcará el cumpleaños del marido de la Reina con un saludo consistente en 62 cañonazos.
La reina concedió a su marido, como regalo de cumpleaños el título de Primer Lord del Almirantazgo.La propia soberana ostentaba desde 1964 este cargo creado en el siglo XIV, el más alto del escalafón de la Marina británica, cuerpo al que el príncipe Felipe renunció en medio de una prometedora carrera para convertirse en leal consorte.
La Fábrica de Moneda ha acuñado también una medalla conmemorativa de 5 libras, disponible en una aleación de cobre y níquel, en oro y en plata, así como otra de platino de 5.450 libras.
La moneda muestra por una cara al príncipe Felipe y en la otra a la Reina y es la primera vez que aparecen un monarca y su consorte en ambas caras de la misma moneda.
Isabel II cumplió 85 años en abril y celebrará en 2012 los 60 años de su subida al trono. Ambos se casaron en 1947, con lo que el príncipe Felipe es actualmente el consorte que más tiempo ha estado al lado del ocupante del trono en toda la historia británica.
Entre las actividades que ha desarrollado figuran las de tipo conservacionista aunque en su entrevista con la BBC insistió en que no era un "verde". "Creo que hay diferencia entre estar preocupado por la conservación de la naturaleza y dedicarse a dar abrazos a los conejos", afirmó.
La víspera de su cumpleaños y para deleite de miles de curiosos y turistas, el príncipe Felipe, vestido con su uniforme de la Guardia de Granaderos, respondió al saludo del regimiento de caballería de la Guardia Real de la Reina, ceremonia amenizada por la banda y el coro del Ejército de EEUU en Europa. Fuente: EFE
Rey en el corazón de una reina
El compromiso entre el apuesto teniente Felipe Mountbatten y la entonces princesa Isabel se anunció en el verano de 1947, y la boda se llevó a cabo en la Abadía de Westminster el 20 de noviembre. El príncipe greco danés convertido en un caballero británico contaba con 26 años de edad y la futura Reina de Inglaterra con 21.
Enamorada de Felipe (su primo tercero) desde que lo vio por primera vez, cuando ella tenía 13 años, Isabel II siempre ha sentido devoción por su marido, por lo que le ha perdonado las incontables infidelidades que se rumora ha sufrido, y qué decir de los deslices en las relaciones públicas y diplomáticas en los que ha caído el noble duque de Edimburgo.
A sus 90 años, que cumple hoy, el otrora cosmopolita teniente de la Marina Real Británica ha recorrido un gran camino desde que se convirtiera en duque, cortara con su espada el pastel de bodas e iniciara una de las relaciones reales más duraderas, con más de seis décadas de historia.
Nacido príncipe de Grecia y Dinamarca, Felipe y su familia dejaron Grecia cuando él contaba apenas con un año de edad. Vivió primero en Francia, luego en Inglaterra, cuando ingresó al Colegio de la Naval Real y donde se convirtió en ciudadano británico y renunció a sus derechos sobre el trono griego y danés.
Fue en esa época que el joven cadete cautivó a su pariente lejana, la princesa Isabel, quien haciendo oídos sordos a los consejos de sus padres, decidió que algún día se casaría con el muchacho apuesto y buen bailarín, y como recordatorio de su meta guardó una foto de él junto a su cama.
La boda de Isabel y Felipe levantó el ánimo de una Inglaterra abatida por la Segunda Guerra Mundial, y le dio a Felipe el título de duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón Greenwich. El rey Jorge VI, su suegro, incluso le otorgó el tratamiento de alteza real. La pareja procreó dos niños antes de que la reina ascendiera al trono: el príncipe Carlos y la princesa Ana, y dos después de ser coronada: el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo.
Aquellos cercanos al duque aseguran, según publica The Telegraph, que es una persona sumamente inteligente y con un agudo sentido del humor.
"En sus paseos con la reina, de pronto se oye una carcajada y sabes de inmediato que el duque de Edimburgo está bromeando con ella”, cita el diario a un miembro de su staff, quien ha trabajado con él durante más de una década.
El príncipe Felipe es muy diferente a la soberana, quien es pasiva, conservadora, tímida y discreta, de acuerdo con un amigo de la pareja.
“Él es todo lo contrario: activo, extrovertido, sociable... Pero también es un personaje fuerte y se da a respetar. Su matrimonio es extremadamente bueno”, agrega la fuente a The Telegraph. “La reina lleva la corona, pero él lleva los pantalones”.
Su rol más importante, apuntan las revistas del corazón, luego de casi 64 años al lado de la reina es el de marido amoroso que apoya a su mujer. “El príncipe Felipe es el único hombre en el mundo que trata a la reina como a un ser humano cualquiera”, alguna vez dijo Lord Charteris, el ex secretario privado.
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Conocido por su humor, pero también por sus frecuentes meteduras de pata, el príncipe declaró que es mejor dejarlo "antes de que llegue la fecha de caducidad". "Además, la memoria empieza a fallar. No me acuerdo de nombres ni de ciertas cosas", reconoció.
El duque de Edimburgo no se ha tomado, sin embargo, hoy un día de asueto sino que recibió en el palacio de Buckingham a representantes del Real Instituto de los Sordos, que celebra su centenario.Al mismo tiempo, la Honorable Compañía de Artillería marcará el cumpleaños del marido de la Reina con un saludo consistente en 62 cañonazos.
La reina concedió a su marido, como regalo de cumpleaños el título de Primer Lord del Almirantazgo.La propia soberana ostentaba desde 1964 este cargo creado en el siglo XIV, el más alto del escalafón de la Marina británica, cuerpo al que el príncipe Felipe renunció en medio de una prometedora carrera para convertirse en leal consorte.
La Fábrica de Moneda ha acuñado también una medalla conmemorativa de 5 libras, disponible en una aleación de cobre y níquel, en oro y en plata, así como otra de platino de 5.450 libras.
La moneda muestra por una cara al príncipe Felipe y en la otra a la Reina y es la primera vez que aparecen un monarca y su consorte en ambas caras de la misma moneda.
Isabel II cumplió 85 años en abril y celebrará en 2012 los 60 años de su subida al trono. Ambos se casaron en 1947, con lo que el príncipe Felipe es actualmente el consorte que más tiempo ha estado al lado del ocupante del trono en toda la historia británica.
Entre las actividades que ha desarrollado figuran las de tipo conservacionista aunque en su entrevista con la BBC insistió en que no era un "verde". "Creo que hay diferencia entre estar preocupado por la conservación de la naturaleza y dedicarse a dar abrazos a los conejos", afirmó.
La víspera de su cumpleaños y para deleite de miles de curiosos y turistas, el príncipe Felipe, vestido con su uniforme de la Guardia de Granaderos, respondió al saludo del regimiento de caballería de la Guardia Real de la Reina, ceremonia amenizada por la banda y el coro del Ejército de EEUU en Europa. Fuente: EFE
Rey en el corazón de una reina
El compromiso entre el apuesto teniente Felipe Mountbatten y la entonces princesa Isabel se anunció en el verano de 1947, y la boda se llevó a cabo en la Abadía de Westminster el 20 de noviembre. El príncipe greco danés convertido en un caballero británico contaba con 26 años de edad y la futura Reina de Inglaterra con 21.
Enamorada de Felipe (su primo tercero) desde que lo vio por primera vez, cuando ella tenía 13 años, Isabel II siempre ha sentido devoción por su marido, por lo que le ha perdonado las incontables infidelidades que se rumora ha sufrido, y qué decir de los deslices en las relaciones públicas y diplomáticas en los que ha caído el noble duque de Edimburgo.
A sus 90 años, que cumple hoy, el otrora cosmopolita teniente de la Marina Real Británica ha recorrido un gran camino desde que se convirtiera en duque, cortara con su espada el pastel de bodas e iniciara una de las relaciones reales más duraderas, con más de seis décadas de historia.
Nacido príncipe de Grecia y Dinamarca, Felipe y su familia dejaron Grecia cuando él contaba apenas con un año de edad. Vivió primero en Francia, luego en Inglaterra, cuando ingresó al Colegio de la Naval Real y donde se convirtió en ciudadano británico y renunció a sus derechos sobre el trono griego y danés.
Fue en esa época que el joven cadete cautivó a su pariente lejana, la princesa Isabel, quien haciendo oídos sordos a los consejos de sus padres, decidió que algún día se casaría con el muchacho apuesto y buen bailarín, y como recordatorio de su meta guardó una foto de él junto a su cama.
La boda de Isabel y Felipe levantó el ánimo de una Inglaterra abatida por la Segunda Guerra Mundial, y le dio a Felipe el título de duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón Greenwich. El rey Jorge VI, su suegro, incluso le otorgó el tratamiento de alteza real. La pareja procreó dos niños antes de que la reina ascendiera al trono: el príncipe Carlos y la princesa Ana, y dos después de ser coronada: el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo.
Aquellos cercanos al duque aseguran, según publica The Telegraph, que es una persona sumamente inteligente y con un agudo sentido del humor.
"En sus paseos con la reina, de pronto se oye una carcajada y sabes de inmediato que el duque de Edimburgo está bromeando con ella”, cita el diario a un miembro de su staff, quien ha trabajado con él durante más de una década.
El príncipe Felipe es muy diferente a la soberana, quien es pasiva, conservadora, tímida y discreta, de acuerdo con un amigo de la pareja.
“Él es todo lo contrario: activo, extrovertido, sociable... Pero también es un personaje fuerte y se da a respetar. Su matrimonio es extremadamente bueno”, agrega la fuente a The Telegraph. “La reina lleva la corona, pero él lleva los pantalones”.
Su rol más importante, apuntan las revistas del corazón, luego de casi 64 años al lado de la reina es el de marido amoroso que apoya a su mujer. “El príncipe Felipe es el único hombre en el mundo que trata a la reina como a un ser humano cualquiera”, alguna vez dijo Lord Charteris, el ex secretario privado.
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