"Estaba con mi marido fuera de España el día en que se produjeron esas acusaciones en Ibiza. Sencillamente, no estábamos allí. Estábamos en la ciudad francesa de Cannes", declaró la princesa Amira al Tauil, cuyas palabras fueron transmitidas a la AFP por su jefe de gabinete, Jolud al Dusari.
"(...) Estábamos acompañados al menos por unas 30 personas", añadió la esposa del príncipe Al Walid, sobrino del rey Abdalá de Arabia Saudita, y uno de los hombres más ricos del mundo.
La justicia española acaba de reabrir el caso que un juez había sobreseído en mayo de 2010 por falta de pruebas contra el príncipe Al-Walid.
Un tribunal de Baleares anuló una primera decisión y un juez de Ibiza, que reabrió el caso el 27 de julio, ha pedido a las autoridades saudíes que tomen declaración al príncipe.
Según habían indicado originalmente fuentes judiciales, una modelo de 20 años de edad, cuyo nombre no fue revelado, afirmó haber sido drogada en una discoteca de Ibiza y haberse despertado en un barco "perteneciente a la familia real saudí, sintiendo el peso de un hombre sobre ella, que la besaba, y un fuerte dolor en la zona genital".
La Kingdom Holding Company del príncipe Al Walid ya desmintió estas acusaciones el miércoles en un comunicado.
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