5 de julio de 2011

Sudáfrica prepara lujosa fiesta a orillas del mar para los Príncipes de Mónaco

Ritmos africanos, tradicionales bailarines zulús y canapés de salchichas locales ("boerewoers") amenizarán la recepción prevista en la tarde del próximo jueves 7 de julio en Durban, Sudáfrica, para los recién casados.

La fiesta, que se celebrará en Umhlanga, al norte de Durban, está declarada oficialmente una "recepción de cóctel", pero según informan hoy los medios locales, todo apunta a que será un megaevento.

El príncipe, de 53 años, y su esposa, 20 años menor, esperan a representantes de la aristocracia europea como el gran duque Enrique de Luxemburgo, los príncipes herederos de Dinamarca o la princesa Ana de Inglaterra, así como también a monarcas sudafricanos,como Mswati III de Swazilandia y al rey zulú Goodwill Zwelithini.

Además, están invitados numerosos políticos como el primer ministro francés, François Fillon; su homólogo holandés Mark Rutte o el representante del COI y presidente de la FIFA, Joseph Blatter.

Finalmente, parece que tras varias idas y venidas, el presidente sudafricano, Jacob Zuma, no acudirá, como tampoco asistió a la ceremonia religiosa del pasado sábado. Ante el Oyster Box Hotel, que será adornado con un mar de rosas rojas y blancas, ondea ya hoy la bandera monegasca, según informa el "Times". "Estamos equipados para el gran día", dice el director del hotel, Wayne Coetzer. A la entrada del establecimiento hay un retrato adornado con flores de los recién casados. Los príncipes ocupan la suite presidencial de 5.100 euros por noche del hotel ubicado a 15 km. de Durban.

Antes de la fiesta, el jueves, el príncipe Alberto II participará en las sesiones del Comité Olímpico Internacional (COI), mientras que Charlene visitará instituciones humanitarias en Ciudad del Cabo y se reunirá con el Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu.


La "dote" de la novia

En un encuentro de Jacob Zuma y el príncipe Alberto, el presidente sudafricano se animó a bromear ante el príncipe reclamándole las vacas que tradicionalmente se entregan como dote en la cultura zulú. La reunión tuvo lugar en el marco de la asamblea del COI que decidirá la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018, y en el transcurso de la misma Zuma le recordó al príncipe Albero que debía pagar la labola, la dote tradicional zulú, en pago por desposar a su novia sudafricana, según informó la agencia estatal sudafricana de noticias BuaNews. El presidente sudafricano explicó que, según las costumbres del país, el novio debe regalar a la familia de la mujer una cantidad determinada de vacas nguni, la especie autóctona del país.


NOTICIAS RELACIONADAS
La crónica de la Boda Real

COMPARTE ESTE ARTÍCULO

Las últimas noticias de Coronas Reales