El monarca dará este viernes un mensaje televisado para anunciar una nueva Constitución, que reducirá sus poderes.
Mohammed VI pedirá además en el discurso a sus súbditos que la aprueben en un referéndum que se celebrará en julio. Con esta reforma de su sistema político, Marruecos intenta sintonizar con los aires de cambio que soplan en el mundo árabe, pero sorteando los sobresaltos de las revoluciones de Libia, Túnez o Egipto.
El país vive desde febrero una gran tensión en las calles, con manifestaciones que reclaman la instauración de una Monarquía constitucional. La respuesta del rey Mohammed VI -18º monarca de la Dinastía Alaouita- fue el anuncio, en marzo, de profundas reformas del sistema político, que pueden empezar a tomar forma si se cumplen las expectativas y el rey anuncia la redacción de la nueva Constitución.
Según algunas filtraciones en la prensa, la reforma propone eliminar la referencia a que el rey es una figura "sagrada", aunque se mantendría que es "inviolable". También se plantea que el monarca sólo pueda emitir decretos reales en el ámbito religioso, por lo que el resto de leyes emanarían del Parlamento.
Uno de los títulos más antiguos que posee el rey es el de "Amir Al Mouminim" (Príncipe de los Creyentes) que le habilita, como descendiente del profeta Mahoma, a ser el máximo líder espiritual de los musulmanes marroquíes. Es además, uno de los monarcas más ricos del mundo.
Una comisión presidida por el jurista Abdeltif Menouni ha estado elaborando desde marzo estas reformas, y sus conclusiones han sido ya presentadas a los partidos políticos. El monarca recibió el viernes pasado, de manos del Abdelatif Menouni, presidente de la comisión encargada de revisar la Carta Magna, el proyecto de nueva Constitución que también fue consultado con partidos y sindicatos.
Entre las resoluciones más destacadas está la limitación de los poderes del Rey en favor del primer ministro, que pasaría a ser la cabeza del poder ejecutivo y el verdadero jefe de gobierno. Le correspondería, entre otros poderes, la capacidad de elegir a los cargos administrativos más importantes.
Entre las resoluciones más destacadas está la limitación de los poderes del Rey en favor del primer ministro, que pasaría a ser la cabeza del poder ejecutivo y el verdadero jefe de gobierno. Le correspondería, entre otros poderes, la capacidad de elegir a los cargos administrativos más importantes.
"Queremos una Monarquía parlamentaria, democrática y social", aseguró Driss Lachgar, el ministro responsable de las relaciones con el Parlamento. Lo que supone, concretó Lachgar, que el primer ministro se convierta en jefe del Ejecutivo. A la misma idea apuntó Nabil Benabdallah, secretario general del Partido Progreso y Socialismo, la actual coalición gubernamental.
Hasta ahora, las trabas formuladas por el Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), formación islamista legal y primera fuerza de oposición parlamentaria, han impedido cumplir con el calendario, según fuentes conocedoras del procedimiento.
El islam es la religión del Estado, pero la libertad de conciencia está garantizada por la ley, reza, en sustancia, la nueva Constitución. Al PJD le parece que el reconocimiento de esa libertad está de más. "Somos partidarios de la libertad de conciencia, pero tememos las consecuencias de esta formulación sobre nuestra identidad islámica", declaró Abdelilá Benkirane, líder del PJD. "¿Significa eso que los laicos estarán autorizados a romper públicamente el ayuno durante el mes de Ramadán?", se preguntó.
Benkirane abordó el tema en un mitin en Temara. "Si el soberano adopta [esa formulación] tendremos un serio problema", advirtió. "Marruecos es un país musulmán en el que la religión de Estado es el islam, y no hay que tocar esos principios fundamentales", añadió Benkirane.
El islam es la religión del Estado, pero la libertad de conciencia está garantizada por la ley, reza, en sustancia, la nueva Constitución. Al PJD le parece que el reconocimiento de esa libertad está de más. "Somos partidarios de la libertad de conciencia, pero tememos las consecuencias de esta formulación sobre nuestra identidad islámica", declaró Abdelilá Benkirane, líder del PJD. "¿Significa eso que los laicos estarán autorizados a romper públicamente el ayuno durante el mes de Ramadán?", se preguntó.
Benkirane abordó el tema en un mitin en Temara. "Si el soberano adopta [esa formulación] tendremos un serio problema", advirtió. "Marruecos es un país musulmán en el que la religión de Estado es el islam, y no hay que tocar esos principios fundamentales", añadió Benkirane.
Artículos relacionados: