18 de julio de 2011

Recuerdos de una princesa en Arabia

La Real Sociedad de Geografía de Londres abrió las puertas a una exposición fotográfica sobre el memorable e inusual viaje de una princesa inglesa en Oriente Medio durante los años '30.


La princesa Alicia de Inglaterra, uno de los 37 nietos de la reina Victoria, asistió en junio de 1936 a las tradicionales carreras de caballos de Ascot. Allí, durante el almuerzo, tuvo oportunidad de entablar conversación con el príncipe Saud, heredero del flamante Reino de Arabia Saudita, fundado hacía apenas cuatro años.

El resultado de aquel casual encuentro fue la invitación del príncipe a visitar su desértico reino -donde todavía el petróleo no fluía a borbotones-, un rarísimo honor para una mujer en el mundo árabe. Así, acompañada por su marido, el conde de Athlone, Alicia pasó tres semanas en Arabia Saudita, tomando el té con miembros de la realeza saudita, cazando, paseando por el desierto en vehículos que numerosas en oportunidades se atascaban en la arena, visitando los fantásticos oasis y campamentos beduinos, subiéndose a caballos y camellos y tomando fotografías de cada rincón.

Hoy, cuarenta de las más de 320 fotos que tomó la princesa en su viaje forman parte de una increíble exhibición en la Royal Geographical Society (Real Sociedad de Geografía) en Londres, organizada por la Biblioteca Pública Rey Abdulaziz, de Riad, propietaria de las fotografías. 

Según informa el periódico árabe Al-Arabiya, la muestra fotográfica estará abierta al público hasta el 24 de agosto. Anteriormente, ya fueron exhibidas en el Museo Victoria & Albert, de Londres, en 2007, coincidiendo con el viaje de Estado del rey Abdallah a Inglaterra.

La visita de la princesa Alicia se produjo apenas un año antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. El entonces rey y fundador del rey Abdulaziz bin Saud, organizó una ceremonia de té en honor de la princesa y luego un banquete para la comitiva real británica, un extraordinario honor, ya que las mujeres tradicionalmente no comen con los hombres musulmanes. 

Alicia describió su encuentro con el rey en un libro que escribió para sus nietos. "Era un hombre enorme, un gran caballero, con maneras muy atractivas y elegantes", dijo. "Era encantador y muy gracioso... Estaba contento, obviamente, por darnos la bienvenida, y le agradecí mucho que me hayan invitado, ya que nunca  antes había concedido una audiencia o una comida a una mujer".





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