Los príncipes consideran «insoportables» las escandalosas noticias que planean sobre ellos.
Alberto II se quejó a la prensa por la publicación de lo que considera "rumores" sobre su pareja, y consideró que detrás de esas noticias hay "celos" de una o de varias personas de su país que "tratan de hacer daño".
Pocas horas después de su vuelta de un viaje por África, Alberto de Mónaco y su esposa Charlene convocaron ayer a varios periodistas locales, entre ellos una de Nice Matin que da cuenta hoy de ese encuentro, para manifestar su "indignación frente a los rumores"que consideraron "insoportables".
"Desde hace mucho tiempo, mi familia es objeto de rumores nacidos de los celos. Hay una o varias personas en Mónaco que intentan hacer daño", les señaló a los periodistas el príncipe, que consideró "lamentable que los medios de comunicación hagan suyos esos rumores sin verificar las informaciones".
"Siempre he respetado la libertad de expresión, pero la difusión de informaciones falsas es lamentable y susceptible de sanciones penales", añadió.
El soberano, que no admitió preguntas, indicó que "a veces esos rumores nos hacen reír, por ejemplo cuando los medios explicaban que la princesa y yo no habíamos dormido en el mismo hotel en Sudáfrica. Evidentemente, era por razones prácticas".
Alberto II se quejó a la prensa por la publicación de lo que considera "rumores" sobre su pareja, y consideró que detrás de esas noticias hay "celos" de una o de varias personas de su país que "tratan de hacer daño".
Pocas horas después de su vuelta de un viaje por África, Alberto de Mónaco y su esposa Charlene convocaron ayer a varios periodistas locales, entre ellos una de Nice Matin que da cuenta hoy de ese encuentro, para manifestar su "indignación frente a los rumores"que consideraron "insoportables".
"Desde hace mucho tiempo, mi familia es objeto de rumores nacidos de los celos. Hay una o varias personas en Mónaco que intentan hacer daño", les señaló a los periodistas el príncipe, que consideró "lamentable que los medios de comunicación hagan suyos esos rumores sin verificar las informaciones".
"Siempre he respetado la libertad de expresión, pero la difusión de informaciones falsas es lamentable y susceptible de sanciones penales", añadió.
El soberano, que no admitió preguntas, indicó que "a veces esos rumores nos hacen reír, por ejemplo cuando los medios explicaban que la princesa y yo no habíamos dormido en el mismo hotel en Sudáfrica. Evidentemente, era por razones prácticas".
» Alberto II responde a los rumores de crisis en su pareja
» La maldición de los Grimaldi
» La maldición de los Grimaldi