El príncipe británico y su esposa, ambos de 29 años, despegaron en un vuelo de regreso a Reino Unido pasadas las 16.00 hora local desde el aeropuerto internacional de Los Ángeles tras poner fin a su apretada agenda del domingo.
Durante la mañana, Guillermo y Catalina acudieron hasta el centro Inner-City Arts, una escuela de estudios artísticos para niños desfavorecidos situada en Skid Row, una de las zonas más humildes de la urbe californiana, donde pasaron unos minutos conociendo las instalaciones y pintando con los alumnos.
La pareja se sentó con los niños mientras realizaban una serie de dibujos y trabajaban la cerámica y vieron una demostración de danza.
Catalina, cuyo vestuario ha sido uno de los aspectos más comentados de este viaje por Norteamérica, lució hoy una camisa de manga corta negra, una falda de pliegues color crema y zapatos de tacón alto.
Desde Skid Row se trasladaron hasta los estudios de Sony, donde tenía lugar la feria laboral para militares retirados Mission Serve: Hiring Our Heroes, en la que el príncipe Guillermo, oficial del Ejército británico, hizo un pequeño discurso en un recinto coronado con una bandera estadounidense y otra británica que iban del techo al suelo.
El primogénito del príncipe Carlos de Inglaterra y la fallecida princesa Diana calificó la visita a ese evento como "una de las más importantes" de su itinerario norteamericano por el papel que juega esa organización en la reinserción de los soldados veteranos en la sociedad.
"Catalina y yo tenemos amigos en Reino Unido que se podrían beneficiar de iniciativas como ésta", dijo el duque de Cambridge, que junto con su hermano Enrique encabeza una fundación enfocada en la ayuda a la juventud, el medio ambiente y los militares y que buscará tomar algunas de las ideas de Mission Serve.
El príncipe Guillermo aprovechó la ocasión para despedirse y agradecer la "cálida" acogida que les brindaron los californianos y los angelinos, unas palabras que arrancaron vítores del público.
Las actividades de carácter social del domingo contrastaron con el glamour de los eventos en los que participó la pareja real el sábado y en los que estuvieron acompañados por numerosas estrellas de Hollywood.
Rob Lowe, Zoe Saldaña y Jennifer Love Hewitt asistieron al encuentro de polo benéfico que el príncipe Guillermo disputó en Santa Bárbara, 150 kilómetros al norte de Los Ángeles, y que tuvo al duque como gran estrella al marcar 4 de los 5 tantos de su equipo, que terminó por alzarse con el triunfo.
Catalina, atenta desde la grada, fue la encargada de entregar el trofeo a su marido, con quien posteriormente regresó en helicóptero a Los Ángeles para acudir a una cena de etiqueta en el teatro Belasco del centro de la ciudad.
El evento, organizado por la Academia Británica del Cine y la Televisión (BAFTA), tenía como objetivo promocionar a nuevos talentos británicos en la meca del cine y estuvo precedido por una alfombra roja por la que pasaron Jennifer López, Tom Hanks, Jack Black y Zac Efron, entre otros.
En la mesa de los duques de Cambridge se sentaron las actrices Nicole Kidman y Barbra Streisand, con su marido James Brolin, junto a diplomáticos y directivos de los estudios de Hollywood.
Guillermo y Catalina llegaron a Los Ángeles el pasado viernes por la tarde en un vuelo procedente de Calgary, en Canadá, país que recorrieron desde su aterrizaje en Norteamérica el 30 de junio.
La primera de las tres jornadas de los duques de Cambridge en el sur de California estuvo dedicada a un evento empresarial para fomentar las relaciones económicas entre EE.UU. y Reino Unido, seguido por una recepción con personalidades californianas de la política y los negocios, y a la que también acudió el futbolista David Beckham.
Privacidad el resto del año
Los duques de Cambridge estarán fuera de la atención pública el resto del año y se instalarán en su casa de Gales, informó el lunes el Palacio de St.James. Guillermo y Catalina se centrarán en sus respectivas actividades y no quieren eclipsar a la reina Isabel II de cara a las conmemoraciones en 2012 por su sexagésimo aniversario de su llegada al trono.
Según informó su residencia oficial, el príncipe Guillermo empezará a intensificar su trabajo como piloto de helicóptero de la Unidad de Búsqueda y Rescate de la Real Fuerza Aérea (RAF) puesto que quiere obtener el título de capitán.
Por su parte, Catalina estudiará las distintas organizaciones benéficas con las que quiere estar vinculada. Además, los duques no quieren eclipsar a Isabel II, pues "con razón, ella debe ser el centro de atención", dijo un portavoz de St. James. "La reina y el príncipe de Gales están al tanto del plan (de los duques) de estar fuera de la atención (pública) durante unos meses y lo apoyan", resaltó la fuente.
Según el palacio, Guillermo y Catalina quieren imitar la vida que la reina Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, llevaron después de casados, ya que pasaron un tiempo en Malta. La pareja participará junto a otros miembros de la Familia Real en distintos eventos programados el año próximo con motivo de los sesenta años de la llegada de Isabel II al trono.
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